Según recoge The Sun, Samantha Huntley de 20 años sufrió un accidente de coche cuando tenía 16, sus consecuencias fueron un dolor insoportable a consecuencia de una rotura de espalda que hicieron que la joven se volviese adicta a los analgésicos.
A pesar de estar en tratamiento de rehabilitación, la madre de la joven descubrió el grado de adicción de su hija al analgésico Subuxone. En el año 2015, Samantha admitió que su adicción se había convertido en abuso de heroína.
La joven pasó a las drogas duras cuando los médicos le recetaron pastillas para vencer el dolor insoportable que padecía.
Apenas unos días después de salir del centro de rehabilitación, la madre de Samantha la descubrió muerta en su habitación. La joven sostenía una aguja en su regazo.