La Conferencia Mundial del Racismo de la ONU ha comenzado este lunes en Ginebra sin consenso. La llegada del presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, quien ha negado el Holocausto, ha provocado la renuncia a ocupar sus sillones de Israel, Italia, Holanda, Canadá, Australia y Estados Unidos. Consideran que con la presencia del mandatario iraní la cita es antisemita.
Entre los asistentes también ha surgido un movimiento de rechazo a la intervención del líder iraní. Varios delegados han abandonado la sala en la que se está celebrando la conferencia de durante su discurso del presidente iraní y otros muchos han abucheado a este mandatario. Los comentarios de Ahmadineyad, que ha calificado a Israel de gobierno racista, generaron no obstante el aplauso de otra parte de los delegados presentes en la conferencia.
Durante su discurso, Ahmadineyad ha acusado a Occdiente de dejar "a toda una nación sin hogar bajo el pretexto del sufrimiento judío", en referencia a los palestinos, con el fin de "establecer un gobierno totalmente racista", informa la cadena CNN.
Ban Ki-Moon se lamenta
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que ha inaugurado la Conferencia de Revisión sobre Racismo, Xenofobia e Intolerancia, ha lamentado "profundamente" el boicot de estos países por entender que todos los puntos en conflicto han sido eliminados. Y es que el texto borrador que debe convertirse en documento oficial fue adoptado por consenso el pasado viernes tras arduas y difíciles negociaciones.
A la reunión, que se celebra entre grandes medidas de seguridad, asisten 186 delegaciones. El presidente iraní será el único que se dirija a los participantes precisamente el día del aniversario del nacimiento de Hitler.
Los países se justifican
El Ministerio polaco de Exteriores ha justificado en un comunicado la ausencia de Polonia de la Conferencia Mundial del Racismo ya que entienden que esta cita puede convertirse en un escenario para proclamar postuladosantisemitas.
Por su parte, el Gobierno alemán, que decidió no asistir a la Conferencia por temor a que se convierta en un "tribunal contra Israel", se reserva el derecho de sumarse a la misma si ve que tiene un desarrollo positivo.