La ciudad de la que partió el vuelo de Air France siniestrado el pasado domingo en aguas del Atlántico ha rendido un sentido homenaje a las 228 víctimas del accidente en una ceremonia ecuménica celebrada en la Iglesia de la Candelaria, en el centro de Río de Janeiro.
Al acto han acudido familiares y amigos de las víctimas, además del ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, y su homólogo brasileño, Celso Amorim, en representación del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Los cancilleres han tenido palabras de recuerdo y aliento para los allegados de los pasajeros del vuelo AF447. "El dolor es el mismo a uno y otro lado del Atlántico", ha destacado Kouchner, que llegó expresamente esta misma mañana para participar en la ceremonia y regresará a Francia hoy mismo.
La intervención más emotiva fue la del alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, que acabó con la voz entrecortada por la emoción la lectura de una carta escrita como recuerdo a su jefe de gabinete, Marcelo Parente, que viajaba junto con su esposa en el avión accidentado.
La misa, oficiada por el obispo auxiliar de Río, Antonio Dias Duarte, contó con la presencia de representantes de otras confesiones religiosas, al igual que se hizo ayer en otro acto similar celebrado en la catedral parisina de Notre Dame, al que acudió el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
Allí se encendieron 228 velas en memoria de las víctimas mientras que en la ceremonia de Río apenas una corona de flores blancas recordaba a los pasajeros y tripulantes del vuelo siniestrado, cuyos cuerpos no han podido ser recuperados a pesar de las labores de búsqueda que llevan a cabo desde el lunes efectivos de varios países.