El enemigo público número de la comunidad internacional nació en Riad (Arabia Saudí) en el seno de un rica familia Yemení que hizo dinero gracias a los negocios de construcción.
Graduado en religión y ciencias económicas, Bin Laden se unió a la resistencia afgana contra la invasión soviética en 1979. Durante aquellos años fue apoyado y adiestrado por la CIA.
Después, pasaría ante los ojos de los EEUU de héroe a villano. En 1980 funda Al Qaeda, organización que se dedica a atentar contra los intereses estadounidenses y sus aliados.
La liberación de Afganistan se convierte para Bin Laden en su yihad personal. En 1991 Arabia Saudí apoya a EEUU en la guerra del Golfo y Bin Laden, creador del frente islámico internacional, es expulsado de su país acusado de desarrollar actividades antigubernamentales. Se exilia en Sudán y, cinco años después las presiones estadounidenses provocan de nuevo su expulsión.
Bin Laden se había convertido ya en la cabeza visible de un movimiento antioccidental al que se le atribuyen los atentados contra las torres gemelas en 1993, donde murieron cinco personas.
El 23 de febrero de 1998, junto a los radicales de Pakistán, Egipto y Bangladesh proclama la declaración de guerra santa contra los judíos y las tropas norteamericanas en Arabia Saudí.
EEUU le atribuye una larga lista de atentados como el de las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania, donde 257 personas perdieron la vida o el de octubre de 2010 contra al destructor Cole en Yemen donde murieron 17 personas.
De acuerdo con su interpretación ultraortodoxa del Islam suní, Bin Laden proclamaba que matar a los estadounidenses, civiles y militares, y a sus aliados es un deber individual de todo musulmán.