Los tiempos pasan muy deprisa y los nativos tecnológicos poco a poco se van haciendo hueco en los mercados. El buque insignia de esta nueva hornada de jóvenes es Ben Pasternak, un australiano de 16 años que, a pesar de no haber terminado la Secundaria, ya ha creado tres aplicaciones móvil que han alcanzado el primer puesto en Apple Store.
Instalado en Nueva York en 2015, desde un apartamento de Manhattan dirige su empresa que lo forman otras siete brillantes cerebros menores de 20 años. Su compañía maneja un presupuesto de millones de dólares, aunque en declaraciones al New York Post en ocasiones le aburre tanto como "hacer la tarea".
La vena empresarial del precoz Ben le viene de familia. Su abuelo y bisabuelo fueron importantes hombres de negocio, incluso el nombre de uno de ellos apareció en los documentos del banco HSBC filtrados por Falciani. Será por este espíritu empresarial junto a su espectacular intelecto por el que su primera aplicación móvil lo diseño porque se aburría en su clase de ciencias.
Su primer éxito, un videojuego llamado Impossible Rush, no le hizo dormirse en los laureles y a los pocos meses desarrolló otro programa. Su habilidad llamó la atención los expertos de Silicon Valley, la cuna de la tecnología, que no dudaron en invertir en sus aplicaciones. Fue entonces cuando apareció otro problemas para el precoz genio, y es que sus padres querían que se centrase en sus estudios y dejará para más adelante sus provechosos negocios.
Según relata el propio Ben en el Sydney Morning Herald, fue su insistencia y perseverancia lo que hizo que llegará a un acuerdo con sus padres. Si conseguía reunir por sus propios medios el dinero para su siguiente proyecto, podría abandonar el colegio. Dicho y hecho, algunos de los directivos de Twitter, Instagram o Snapchat decidieron invertir en su idea, y consiguió juntar dos millones de dólares.
Con los bolsillos llenos y la bendición de sus padres, dejó el colegio y se trasladó sólo a la Gran Manzana. A pesar de su lujosa nueva vida, como lo indica suInstagram, reconoce que "llama cada veinte minutos a su padres" y enciende la música de su apartamento para no sentirse solo. Sea como fuera, Ben acaba de lanzar una nueva aplicación llamada Flogg, que combina las características de Tindes y eBay, que ya se ha convertido en el más descargado.