La noche del 3 de mayo de 2007, Gerry y Kate McCann dejaron solos a su tres hijos en un apartamento de Praia da Luz, en Portugal. Los pequeños dormían sin saber que nunca más volverían a ver a Madeleine, cuya pista se perdió aquella fatídica noche.
Nada más conocerse la desaparición de la pequeña, que entonces tenía tres años de edad, se inicio un operativo especial para dar con el paradero de la menor. La Policía, tanto británica como portuguesa, inició una incesante búsqueda que no dio los frutos deseados.
Mientras, comenzaron también los interrogatorios para tratar de localizar a la pequeña. Robert Murat se convirtió entonces en el sospechoso número 1, mientras que las investigaciones cada vez cercaban más a los padres de la menor, que finalmente fueron citados a declarar por los agentes.
Pese a todo, en julio de 2008, la fiscalía portuguesa archivó el caso sin haber encontrado ningún culpable por la desaparición y sin haber hallado ninguna pista sobre la localización de Maddie.
Desde aquel 3 de mayo, Madeleine se ha convertido en la niña más buscada del mundo. Y todo retransmitido por las cámaras de televisión, haciendo del caso un espectáculo mediático del que han formaron parte estrellas de todos los ámbitos, como el deportista, David Beckham.