El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha reafirmado este sábado la coherencia del proyecto socialista. El líder del PSOE ha admitido que la tarea de gobernar a veces "incluye improvisar" y ha restado importancia al debate sobre el supuesto malestar interno a cuenta de su gestión de la crisis.
Zapatero se ha pronunciado así en su intervención final ante el Comité Federal de su partido, en el que no ha rehuido referirse al debate suscitado en los medios de comunicación en los últimos días sobre un supuesto desasosiego en las filas socialistas por cómo se está gestionando la crisis y por la forma de anunciar una subida de impuestos.
La aportación de Rajoy
El líder del Ejecutivo ha asegurado que "claro que llevamos la iniciativa en la agenda política", para contraponer, a continuación, la ausencia de proyectos del PP. En este punto, se ha preguntado: "¿Pero alguien debate sobre alguna propuesta de Rajoy?", antes de bromear señalando que lo único que se recuerda del líder del PP es "un vídeo en la playa". "Esa es su aportación a la crisis", ha apostillado.
Zapatero ha hecho un llamamiento para asentar el compromiso de lealtad a los valores de proyecto político del PSOE y del Gobierno "con valentía y procurar acertar, incluyendo el debate". Ha agradecido así el apoyo que su partido y el Ejecutivo han recibido en la reunión de este sábado, que ha calificado de "muy enriquecedora", convencido de que los socialistas mantienen alto el nivel de sensibilidad que les caracteriza y sus principios.
¿Crisis pero de confianza?
Asimismo, Zapatero ha querido expresar su preocupación ante el hecho de quela recesión económicaprovoque una crisis de confianza en la ciudadanía.
Según ha confesado a sus compañeros de partido, "lo que peor" que lleva son las críticas al sistema educativo español, "sencillamente porque es falso" y porque es lo que más mina la confianza en el futuro como sociedad. Un sistema educativo que ha considerado "una gran riqueza social" y uno de los más equitativos en cuanto a accesibilidad.