El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha puesto en duda los ofrecimientos del PP para consensuar las medidas económicas contra la crisis, ya que considera que desde el principal partido de la oposición "podrían dedicar algo más de esfuerzo en pensar en los intereses de España y menos en los suyos".
Zapatero ha contestado así al portavoz del PP en el Senado, Pío García-Escudero, en la primera sesión de control al Gobierno en la Cámara Alta del año 2010. García-Escudero había interpelado previamente al presidente sobre las medidas que está aplicando para resolver la crisis económica y le había emplazado a que "deje ayudarse" por el líder de la oposición, Mariano Rajoy, al reformar el mercado de trabajo o el sistema de pensiones.
Una "intervención constructiva"
Zapatero ha ironizado sobre la "intervención constructiva" del portavoz del PP en la Cámara Alta, al estilo de lo que ha venido haciendo durante los "seis años" anteriores de mandato socialista en La Moncloa.
El presidente del Gobierno ha rechazado las acusaciones populares de que improvisa con el argumento de que propuestas como la reforma laboral, el plan de reducción del gasto público hasta 2013 y el incremento de la edad de jubilación fueron adelantadas el 2 de diciembre, cuando compareció en el Congreso para explicar el borrador del anteproyecto de Ley de Economía Sostenible.
Que el PP le critique ahora por emprender estas reformas significa para el jefe del Ejecutivo, según ha espetado a García-Escudero, que "ni escucha ni lee u olvida rápido".Incluso, ha arremetido contra el "vacío de ideas" del principal partido de la oposición por recurrir a declaraciones de socialistas como Joaquín Leguina y Joaquín Almunia, críticos con la gestión económica del Gobierno.
El "descaro" del PP
Zapatero se referido también al "cierto descaro" del PP por cuestionar un posible cambio del sistema de pensiones cuando, con Aznar en La Moncloa, "las congelaron" y luego tuvo que regresar el PSOE al poder para subirlas.
Finalmente, ha reiterado que su prioridad sigue siendo volver a crear empleo para que los 4 millones de parados actuales vuelvan a tener un trabajo y ha señalado a la reducción del déficit público como otro de sus empeños personales para recuperar la senda del crecimiento económico.
Se acabó la fiesta
Por su parte, el portavoz del PP ha proclamado en varias ocasiones el final de la "fiesta" económica en la que, ha asegurado, ha vivido el Gobierno durante los últimos seis años y le ha advertido de que sólo podrá salir de la crisis con las medidas que le está planteando la oposición.
"Se lo llevamos diciendo todo el tiempo: que había que hacer reformas, que había que preparar el futuro; y ustedes tres años de soberbia despreciando lo que ahora va a hacer deprisa y corriendo", ha afirmado.
García-Escudero ha preguntado a Zapatero "dónde está la España que heredó, que era el motor económico de Europa y creaba más empleo que nadie". Dada una situación contraria como la actual, ha recomendado al presidente que "se deje ayudar" por el Partido Popular, tal y como le ofreció Mariano Rajoy al inicio de la legislatura, cuando la crisis económica comenzaba a ser una realidad en datos de paro y decrecimiento del PIB.
Seis años perdidos
A su juicio, los seis años de Zapatero en La Moncloa han sido "seis años perdidos" y las consecuencias de su gestión comienzan a verse ahora. Ha apuntado que su reciente presencia en el Foro de Davos se convirtió en "un festival de críticas" y que en el Gobierno "cunde el pánico" porque el estadounidense Barack Obama no va a venir a la cumbre europea de mayo que se había planificado en Madrid.
García-Escudero ha preguntado a Zapatero cuál va a ser el camino a recorrer, más allá de la reforma laboral y de la modificación del sistema de pensiones. Incluso ha planteado si "vendrá después la Sanidad", como ya se apunta desde algunos sectores.
El portavoz popular se ha mostrado preocupado del doble discurso que hace el Gobierno español en Europa y en España sobre el gasto público o sobre las pensiones, que ha comparado con "poner el intermitente y seguir recto (por el mismo camino) hasta que nos estrellemos".