En Honduras la situación es cada vez más tensa, la violencia que ha desatado el regreso al país de Manuel Zelaya se ha cobrado ya el menos dos víctimas mortales, aunque el propio presidente depuesto asegura que los muertos son al menos diez.
Además, tras dos días de toque de queda, los hondureños se estaban quedando sin comida ni agua. Por ello, el Gobierno interino de Honduras ha anunciado este miércoles que el estado de sitio vigente en el país desde el pasado lunes quedará suspendido este jueves, a pesar de haber anunciado antes que el toque de queda sería indefinido.
El levantamiento temporal del estado de sitio ha provocado una avalancha en supermercados y tiendas de alimentación. Muchos de los establecimientos han sido totalmente saqueados.
Regreso de los embajadores
Mientras, la comunidad internacional aumenta su presión contra el gobierno que encabeza Roberto Micheletti para que Zelaya sea restituido.
Desde Nueva York, la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea han acordado el regreso de sus embajadores a Tegucigalpa, que habían abandonado el país después del golpe de Estado en Honduras de hace tres meses.
Así lo anunciaron en rueda de prensa el ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, y el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, tras una reunión en la que participaron representantes de España, once países americanos, la UE y la SEGIB.
El jefe de la diplomacia española ha precisado que el objetivo de esta decisión, que se materializará en los próximos días una vez que la presidencia de la UE lo consulte con todos sus socios, es ayudar a sentar las bases para resolver el conflicto en Honduras tras el nuevo escenario.
Moratinos, que reveló que el martes habló sobre la situación en Honduras con la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, aseguró que el embajador estadounidense ya ha vuelto al país.
Promover el diálogo
Por su parte, Insulza ha confirmado la intención de la OEA de enviar una segunda misión de ministros de Asuntos Exteriores a Tegucigalpa para promover una mesa de diálogo entre el presidente derrocado y el líder del Gobierno interino.
La anterior delegación de ministros de Asuntos Exteriores de los países americanos aprovechó su estancia en Tegucigalpa para escuchar las posiciones de ambas partes y ahora es el momento de sentarse a negociar, reiteró Insulza.