El presidente de Turismo de Barcelona, Joan Gaspart, ha calculado que la tasa, que cobrarían los establecimientos hoteleros, puede ser aplicable al resto de Cataluña y que podría suponer unos ingresos de unos 15 a 20 millones de euros anuales. Los hoteleros siempre han sido reticentes a la aplicación de la tasa turística, pero Gaspart considera ahora que el recorte de las administraciones públicas afecta a la promoción turística, y se podría destinar el importe total de la tasa a promocionar la ciudad para atraer más visitantes.
La propuesta ya se ha planteado en el Plan Estratégico de Turismo 2010-2015, que tiene entre sus objetivos hacer crecer el turismo de calidad y hacerlo compatible con la calidad de vida de los ciudadanos. Aunque Turismo de Barcelona señala que la propuesta está encima de la mesa y se está estudiando, todavía no se ha decidido nada.
Turismo de Barcelona necesita más recursos para la promoción porque "la competencia es muy fuerte" y en este contexto de crisis, ni la Cámara de Comercio ni el Ayuntamiento de Barcelona van a destinar más dinero al presupuesto del consorcio, aunque éste se finanza en un 90 por ciento con recursos propios. Así, la única solución para conseguir más recursos es que otros organismos y empresas aporten recursos o que sea el turista quien contribuye a ello, como pasa en otros países, como Francia.