En concreto, el Tesoro ha adjudicado 971 millones en Letras a 3 meses de los 5.512 millones solicitados por los inversores, a un tipo marginal del 0,699 por ciento, frente al 0,950 por ciento de la subasta del 22 de junio. La tasa de cobertura fue del 5,67 por ciento. En Letras a 6 meses, el Tesoro ha colocado 2.457 millones de los 5.416 que se habían solicitado, a un tipo marginal del 1,17 por ciento, ligeramente inferior al 1,65 por ciento de la subasta de junio. La tasa de cobertura fue del 2,20 por ciento.
En la subasta del 22 de junio, el Tesoro aspiraba a colocar entre 3.000 y 4.000 millones de euros y finalmente ha logrado colocar 4.020,06 millones de euros, aunque a unos tipos marginales ligeramente superiores. Concretamente, el Tesoro ha colocado 1.138,5 millones de euros en letras a 3 meses, a un tipo marginal del 0,950 por ciento, frente al 0,7 por ciento de la subasta anterior, y otros 2.882 millones de euros en letras a 6 meses, con un tipo de interés del 1,650 por ciento, en contraste con el 1,320 por ciento de la subasta anterior.
El anterior examen al que se ha sometido la deuda española fue el pasado 20 de julio, cuando el Tesoro colocó un total de 5.968 millones de euros en letras a 12 y 18 meses, casi el máximo previsto y también a tipos marginales ligeramente más bajos que en las últimas subastas. La subasta se ha producido sólo cuatro días después de la publicación de las pruebas de resistencia al sistema financiero, que superaron todos los bancos españoles y la mayoría de las cajas de ahorros.
Según fuentes del Ministerio de Economía, la subasta vuelve a reflejar que el interés está un poco más bajo y que la demanda sigue siendo alta, lo cual es "muy positivo". Sobre si la publicación de las pruebas ha influido en la colocación, las mismas fuentes recordaron que este lunes se produjo una relajación "muy grande" de los spreeds en toda la curva de tipos. "Se tiene que notar", han señalado, tras recordar, sin embargo, que en la subasta del pasado 20 julio los tipos también fueron ligeramente más bajos y aún no se habían publicado las pruebas de resistencia a la banca.