La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) se defendió este miércoles de las acusaciones que el informe de la Comisión Nacional de la Competencia vertió ayer contra las entidades de gestión (en las que alude a su "posición monopolítica" y a la necesidad de "evitar abusos") y señaló que se trata de un informe "sesgado" que pone en "situación muy difícil" a las entidades.
Pablo Hernández Arroyo asegura que "a veces uno llega a pensar que existe un lobby muy interesado en reducir la posibilidad de negociación de la SGAE". "Si se disminuye la renta de los creadores los eslabones de la cadena de explotación que utiliza sus productos se acrecerá con esa renta que se quita a estos trabajadores y ganará otro cuyas tarifas a los consumidores no van a bajar.
Esto conducirá, continúa el portavoz de la SGAE, a que gente con talento tendrá menos incentivos para dedicarse vocacionalmente a crear música. Tendremos menor diversidad y seremos menos líderes en la creación de productos culturales en el entorno mundial. Eso es lo que está en juego", afirmó.
En cualquier caso, Hernández Arroyo manifestó que la entidad tiene que hacer "un esfuerzo pedagógico y no es una singularidad y sí el primer eslabón de una cadena que crea mucho empleo" aunque lamentó que su mensaje se queda "a la mitad" en numerosas ocasiones.
Finalmente, el portavoz de la SGAE este "problema de falta de concienciación social sobre los derechos de Propiedad intelectual, requiere mucho más que la Ley de Economía Sostenible", aunque considera que ésta es "un paso adelante".