La Audiencia de Barcelona ha condenado a Renfe a abonar 500 euros a Susana C.R., una vecina de Castelldefels (Barcelona), por los trastornos que le ocasionó el derrumbe de un túnel cuando se construían las vías del AVE a su paso por Bellvitge en octubre de 2007.
La interrupción de los servicios de Cercanías y su sustitución por autobuses obligaron a Susana C.R. a salir de casa antes cada mañana, por lo que se vio obligada a contratar a una canguro durante 20 días. Por cada jornada, la pasajera tuvo que pagarle 25 euros, una cantidad que ahora Renfe tendrá que sufragar.
En una sentencia similar, la Audiencia también obliga a Renfe a pagar 50 euros a un pasajero que tenía que ir con sus dos hijos pequeños de Vilanova i la Geltrú a Castelldefels. El afectado se quejó del mal trato recibido y la falta de información de los empleados de Renfe, que "hasta se rieron de él", según la sentencia.