Protestas en Marruecos obligan a cortar el tráfico rodado en la frontera con Melilla

CNN+/Cuatro 21/06/2010 20:01

El puesto fronterizo de Beni Enzar, el más importante de los cuatro que separan Melilla y Marruecos, ha sido cerrado hoy al tráfico rodado debido a las protestas que ha protagonizado un grupo reducido de personas.

Según han informado fuentes policiales, la verja ha tenido que cerrarse en torno a las 11:30 horas de hoy debido a la actitud que ha mantenido un grupo de unas 15 ó 20 personas, que se han sentado en los carriles de acceso y salida.

La interrupción del tráfico rodado de vehículos ha provocado diversas retenciones, aunque se mantiene la entrada y salida de peatones, han precisado fuentes de la Delegación del Gobierno.

Melilla culpa a Marruecos

La Ciudad Autónoma de Melilla ha culpado a Marruecos de que se lleven a cabo protestas en una frontera entre dos países "amigos".

A preguntas de los periodistas, el portavoz del Ejecutivo de Melilla, Daniel Conesa, ha considerado que el "primer responsable" de esta situación es el Gobierno de Marruecos, porque permite que se den este tipo de protestas en una zona fronteriza donde "no deberían permitirse".

Ha considerado que el Gobierno de España también tiene una responsabilidad en este asunto, que es "exigir" al Gobierno marroquí "por las vías diplomáticas correspondientes" que impida estas protestas en la zona fronteriza, ya que "entorpecen el normal tránsito" de los melillenses y marroquíes por la frontera.

Conesa ha recordado que los "perjudicados" por estos altercados en la frontera hispano-marroquí son los ciudadanos que habitualmente transitan entre los dos territorios, ya sea para trabajar, comprar o hacer turismo.

Problema habitual

El portavoz ha lamentado que la protesta de hoy haya afectado al funcionamiento normal del puesto fronterizo de Beni-Enzar, aunque ha recordado que "hoy empieza el verano, y todos los veranos solemos tener algún problema de este tipo".

Por su parte, el presidente melillense, Juan José Imbroda, ha criticado que "algunos exaltados" lleven a cabo protestas soberanistas en la frontera, a pesar de que se trata de una infraestructura que "es beneficiosa" y facilita "la comunicación de los pueblos".

Según Imbroda, los organizadores de estas concentraciones "no ven que tiran piedras a su tejado" cuando hablan de cerrar la frontera hispano-marroquí, ya que precisamente es la "puerta" que permite un intercambio comercial que crea riqueza a ambos lados de la valla