La situación en Siria ha hecho que aumente la presión internacional en contra del dictador y de la brutalidad con la que se está reprimiendo las protestas.
Cuatro de los miembros europeos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Gran Bretaña, Francia, Alemania y Portugal, van a presentar una propuesta para condenarla violencia en el país.
La declaración exige el fin de la violencia y pide una investigación sobre los acontecimientos de los últimos días en ese país.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha pedido el fin inmediato de la violencia, una investigación independiente sobre las muertes durante las protestas y el procesamiento de los responsables.
Sanciones desde EEUU
Desde EEUU se baraja la posibilidad de que Barack Obama imponga sanciones al país, como la congelación de activos del mandatario, Bachar Al-Aasad, y su entorno.
El presidente de Estados Unidos y el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, han expresado su "profunda preocupación por el inaceptable uso de la violencia del Gobierno sirio contra su propio pueblo".
En una conversación telefónica, ambos líderes han coincidido en que el régimen sirio "debe frenar el uso de la violencia" contra los manifestantes y "promulgar sin demora una significativa reforma que respete las aspiraciones democráticas de los ciudadanos sirios".
Más de 300 muertos en las protestas
Estas declaraciones se producen en el marco de la escalada de violencia en los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes en las principales ciudades del país, que ya han causado la muerte a más de 350 personas desde que comenzaron las protestas contra el presidente, Bashar al Assad.