El encuentro ha tenido lugar en la capilla de la Nunciatura Apostólica de Rabat y duró alrededor de 20 minutos, durante los que el Papa ha podido hablar personalmente con cada uno de ellos.
La reunión estuvo precedida por "un momento de oración silenciosa y de rodillas", tras el que el Pontífice dedicó a cada una de las víctimas unos minutos en los que "cada uno pudo decir y expresar lo que quería, ya sea en inglés o italiano, según su lengua de preferencia", ha detallado Lombardi. Al final, también rezaron juntos una oración en maltés, tras la que el Papa les bendijo especialmente.
El portavoz vaticano ha asegurado que la atmósfera del encuentro fue "intenso pero muy sereno" y "amistoso", en el que no faltaron "sonrisas". Han sido unos instantes vividos "con conmoción e intensamente pero sin temor ni sentido de opresión".
Previamente, Lombardi ha destacado que el Papa "se ha mostrado profundamente conmovido por sus historias y ha expresado su vergüenza y tristeza por el sufrimiento de las víctimas y de sus familias".
"Ha rezado con ellos y les ha asegurado que laIglesia estáhaciendo, y seguirá haciendo, todo lo que esté en su poder para investigar las acusaciones, para llevar a la justicia a aquellos responsables de los abusos y para aplicar medidas eficaces diseñadas para salvaguardar a los jóvenes en el futuro", ha añadido Lombardo.
"En el mismo espíritu de su reciente misiva a los católicos de Irlanda, (Benedicto XVI) rezó para que todas las víctimas de abuso experimenten la curación y la reconciliación, para que continúen sus vidas con esperanza renovada", concluyó el portavoz.