El presidente de estados unidos Barack Obama ha consumido la primera etapa de su gira por oriente y deja Japón con el compromiso de reforzar los lazos que unen ambos países para crear una nueva unión constructiva y con futuro.
Obama ha partido desde el aeropuerto de Haneda, en el sur de Tokio, tras haber mantenido un encuentro con el emperador japonés, Akihito, y su esposa, Michiko, en el Palacio Imperial. El primer ministro Hatoyama acudía a despedir a Obama hasta la misma escalerilla del Air Force One. Hoy, el mandatario estadounidense visita Singapur para participar en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico y luego proseguirá su gira hacia China y Corea del sur.
Esta será su primera participación en una reunión de los líderes de la ASEAN. Además, será el primer presidente norteamericano en sentarse en la misma mesa con el primer ministro de Myanmar, la antigua Birmania. Obama ha reabierto oficialmente el diálogo con el régimen militar de ese país después de varias décadas de incomunicación y bloqueo que no han servido para mejorar las condiciones de la población.
Después de comprometerse en Japón a reforzar las relaciones diplomáticas de "igual a igual", en su discurso en Singapur Obama podría aportar su visión respecto a los problemas internos de China, país que visitará entre el lunes y el miércoles próximos. Fuentes oficiales han adelantado, por ejemplo, que el presidente de Estados Unidos no hará mención alguna a la situación del Tíbet, a cuyo líder espiritual, Dalai Lama, se ha negado a recibir antes de visitar Pekín.