El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha confirmado que el próximo año se iniciará una transición en Afganistán empezando a transferir la responsabilidad de la seguridad. Por su parte, 180.000 hombres de las fuerzas afganas asumirán el mando, pues dichos miembros ya han sido entrenados.
Rasmussen ha admitido que 2009 ha sido un año "difícil" porque tanto las fuerzas internacionales como las afganas han tenido que lamentar numerosas bajas. Además, el proceso político en Afganistán no ha respondido las expectativas occidentales ni a las del pueblo afgano.
Estas declaraciones han tenido lugar durante su intervención al inicio de la reunión de Ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN con los países no aliados que contribuyen a la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad.
Nueva estrategia y nuevos compromisos
No obstante, Rasmussen ha asegurado que los debates y las decisiones de la reunión lanzarán una nueva fase de la misión y así, en 2010 la OTAN tendrá "muchas más fuerzas sobre el terreno". Además, la ayuda del desarrollo aumentará en millones y se gastará mejor para permitir a los afganos "vivir mejor".
Eso sí, también ha alertado de que el Gobierno afgano tendrá que "respetar firmemente los compromisos que ha adquirido para mejorar la gobernanza y luchar contra la corrupción".