Madrid ha corregido los pecadillos que le lastraron para 2012 y presenta un proyecto ganador, muy sólido, para 2016. Dos son los mensajes. Uno: frente a la crisis financiera mundial, "un 77% de las sedes ya están construidas". Dos: contra la regla no escrita de la rotación continental, el concepto de "Juegos latinos". Es decir, la defensa de la "rotación cultural" (pasar de los asiáticos de Pekín, a los anglosajones de Londres y de ahí a los latinos en español de Madrid) frente a la alternancia geográfica.
Con esas consignas, Alberto Ruiz-Gallardón y el equipo encabezado por Mercedes Coghen han recorrido los cinco continentes (oficial y extraoficialmente) para convencer a miembros del COI en cónclaves de comités olímpicos, competiciones y halls de hoteles.