El parqué madrileño ha cerrado la sesión con una subida del 0,68 por ciento, que ha permitido al Ibex 35 recuperar con fuerza el nivel de los 10.200 puntos (10.275,4), en una jornada marcada de nuevo por la volatilidad, en la que el selectivo se ha movido durante casi toda la jornada entre las pérdidas y las ganancias hasta que la apertura alcista de Wall Street le ha dado el impulso que necesitaba para afianzar la subida.
Los repuntes de Banco Santander, BBVA y Repsol YPF han permitido al selectivo compensar la caída de Telefónica y de otras entidades financieras. En concreto, la entidad cántabra ha repuntado un 2,24 por ciento, seguido de Banesto (+2,11 por ciento), Banco Popular (+1,57 por ciento), BBVA (+1,05 por ciento) y Repsol YPF (+0,34 por ciento).
En el lado positivo también se han situado Gamesa (+3,51 por ciento), Ferrovial (+2,95 por ciento), Telecinco (+2,37 por ciento) y ArceloMittal (+1,78 por ciento). En el lado negativo se han colocado Enagás (-2,09 por ciento), Criteria (-1,38 por ciento), Acciona (-1,22 por ciento), Telefónica (-0,45 por ciento), Iberdrola (-0,17 por ciento) y Banco Sabadell (-0,06 por ciento).
Se recupera la confianza en la economía española
Los inversores comienzan a recuperar poco a poco la confianza en estabilidad de España y en las posibilidades de recuperación de su economía, aunque la incertidumbre aún es fuerte y el temor persiste. No obstante, han dado un voto de confianza al mercado tras conocer que la percepción del riesgo de impago de la deuda pública española a cinco años ha registrado una leve mejoría en los mercados al cotizar los seguros contra impago de crédito ('credit default swap' o CDS) en 169 puntos, mientras que el diferencial del bono español a diez años con el 'bund' alemán se ha estrec a 93 puntos básicos.
La ronda de encuentros mantenidos en la 'City' por la ministra de Economía y vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, y el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, así como por las crecientes expectativas de un rescate de Grecia orquestado por la UE y el Banco Central Europeo (BCE) parecen estar dando sus frutos, y los sectores más castigados comienzan a recuperarse.