Eso sí, ha asegurado que el Ejecutivo intentará "hasta el límite de sus posibilidades" los acuerdos para aprobarlas y que tendrá en cuenta la opinión del Pacto de Toledo y los sindicatos en la propuesta que presentará el 28 de enero. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero ha dicho este martes que la reforma será flexible y tendrá en cuenta el tiempo efectivamente trabajado y las características específicas de cada trabajo con el objeto de barajar la posibilidad de de poder jubilarse con anteriroridad a la nueva edad legal fijada.
No obstante, Zapatero mantuvo que el Ejecutivo cumplirá su compromiso con las reformas y aseguró que la falta de ellas es peor que "la ausencia de consensos amplios para fraguarlas y aplicarlas".
Avances tangibles
El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez ve "avances tangibles" en la negociación y dice que también los sindicatos creen que la edad de jubilación no debe ser generalizada pero discrepan en las condiciones y en la forma en que se debe producir el alargamiento de la vida laboral. Esta afirmación del titular de Trabajo contrasta con la tajante negativa de los sindicatos a aceptar esta medida, a pesar de que hayan suavizado su discurso sobre las pensiones.
El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, explicó que el aumento de la edad de jubilación a los 67 años supondrá la reducción de las pensiones en el futuro entre un 20 y un 25 %.
A pesar de la dureza del momento de la negociación, Toxo evitó mencionar la posibilidad de convocar otra huelga general si no se llega a un acuerdo. El líder sindical se mostró optimista con respecto a la negociación, ya que cree que la cercanía de las elecciones municipales allanará el camino al acuerdo. En el horizonte y como fecha límite, CCOO ha fijado el límite del 25 de enero, día en el que se debaten en el Parlamento las recomendaciones del Pacto de Toledo, para que haya un documento concreto sobre las pensiones, teniendo en cuenta que el Gobierno aprobara el decreto ley sobre las mismas el día 28, con o sin acuerdo tal y como ha advertido el Gobierno.
Un trabajor y medio por cada pensionista
Si ahora hay cuatro trabajadores por pensionista, en 2050 solo habrá uno y medio. Además, ha añadido que "las reformas no son fáciles de adoptar porque a corto plazo generan sacrificios", ha reconocido antes de defender que, a largo, suponen mejoras para el conjunto de la sociedad. Ha recordado también que las medidas se pondrán en marcha de forma "gradual y progresiva". Además de las pensiones sobre la mesa está la posibilidad de alcanzar un gran pacto global que incluya otras cuestiones como la negociación colectiva, la energía y políticas actuvas de empleo.