ETA aumenta la presión sobre los empresarios y consigue recaudar 3,1 millones en lo que va de año

CNN+/Cuatro 22/08/2010 17:43

El estudio constata que la extorsión terrorista es "el flanco más débil de la política antiterrorista española", dado que se sitúa como la "excepción" al descenso de la capacidad de ETA para "movilizar recursos con los que cometer actos terroristas".

Esta forma de chantaje a los empresarios vascos y navarros experimentó un fuerte descenso (un 32 por ciento) a lo largo de todo 2009, ejercicio en el que los terroristas recaudaron unos 3,5 millones de euros, según las estimaciones del citado estudio, ya que en el ejercicio precedente, en 2008, la estimación sitúa la recaudación en 5,1 millones de euros.

Sin embargo, esta tendencia de descenso no ha seguido la misma línea durante los primeros meses del presente año, cuando se estima que el potencial recaudador ha ascendido hasta un 12 por ciento hasta junio, lo que arrojaría un saldo recaudatorio estimado de 3,1 millones de euros en los seis primeros meses del año.

A juicio del autor del estudio, este fenómeno puede deberse a la disminución de otras vías de financiación de la banda, como las subvenciones que recibían organizaciones vinculadas a ETA de las administraciones públicas vascas. Por ello "ha sido perentorio para la banda terrorista sostener su aparto de extorsión", apostilla el estudio.

No obstante, en este documento también se admite que la represión del terrorismo aún no ha alcanzado "de manera significativa" a la financiación de ETA. "Se revela una vez más que este (la extorsión de la banda terrorista) es el flanco más débil de la política antiterrorista española", concluye.

'Kale borroka' contra objetivos económicos

Por su parte, los actos de 'kale borroka' también han registrado un fuerte descenso en el primer semestre del año, cuando sólo en el mes de abril hubo un repunte con sabotajes a estaciones ferroviarias. A juicio del autor del estudio, ex presidente del Foro de Ermua, para el debilitamiento de la organización terrorista en este terreno "no ha sido ajena la efectividad policial en la persecución de estos delitos".

Los actos de violencia callejera que se produjeron en el primer semestre del año estuvieron centrados en objetivos de carácter económico y, en el caso de las estaciones ferroviarias, se conjugan con la campaña contra el tren de alta velocidad. "También han adquirido cierto relieve los desórdenes públicos que se plasman en ataques a instalaciones públicas o manifestaciones ilegales o acciones de enaltecimiento del terrorismo", reconoce el informe. El citado informe se ciñe al primer semestre y no recoge los últimos ataques que se han producido, un total de siete en las últimas dos semanas.

En cuanto a las detenciones, Buesa sostiene que "los resultados de la actividad policial no guardan una relación inmediata con los atentados terroristas", sino que tienen un marcado perfil cíclico dado que las investigaciones policiales requieren mucho tiempo de trabajo.