El presunto etarra Juan Carlos Iriarte Pérez ha sido detenido este martes en la localidad francesa de Hendaya en una operación de las fuerzas de seguridad galas y la Guardia Civil, según fuentes de la lucha antiterrorista.
La detención ha sido llevada a cabo tras la operación desarrollada el pasado 20 de mayo en la que fueron detenidos el presunto jefe de la banda terrorista, Mikel Carrera, su 'número 2' Arkaitz Agirregabiria, la también presunta etarra Maite Aranalde y Benoit Aramendi, ciudadano francés y supuesto colaborador de la organización.
Precisamente, la Guardia Civil considera que Iriarte fue quien dio instrucciones a Aramendi para recoger y llevar a Carrera, Agirregabiria y Aranalde al domicilio de Bayona en el que fueron detenidos.
Las fuerzas de seguridad llevan a cabo un registro en el domicilio de Hendaya de Iriarte, que estaba considerado como uno de los supuestos intermediarios del aparato de extorsión de ETA y había sido extraditado a España en marzo de 2008.
Ya fue detenido
Iriarte ya había sido detenido en octubre de 2007 en Hendaya por una orden de detención emitida por la Audiencia Nacional en la causa en la que se investigaba el aparato de extorsión de ETA desarticulado en 2006.
El presunto etarra era considerado como uno de los supuestos intermediarios del aparato de extorsión con la misión de "ponerse en relación con el extorsionado, activar procesos de negociación, articular plazos y vías seguras de pago, entregar recibos, poner en circulación cartas de extorsión, recibiendo en ocasiones el dinero".
Anteriormente, en 1992, estuvo detenido a raíz de la desarticulación de un "talde" (grupo de apoyo de los comandos etarras) llamado Leizaran, aunque en 1995 la Audiencia Nacional decretó su libertad provisional.
19 detenidos en Francia
Las fuerzas de seguridad han detenido en los cinco primeros meses del año a 53 personas presuntamente relacionadas con ETA, de las cuáles 19, una tercera parte, lo han sido en Francia.
También han sido detenidos varios de los integrantes de una lista hecha pública por las fuerzas de seguridad española de miembros de Segi, a los que los expertos de la lucha antiterrorista situaban al otro lado de la frontera como recién incorporados a ETA.