Los expertos culpabilizan de esta situación a los padres y al sistema educacional. Ambas partes son incapaces de hacer que las nuevas generaciones respeten la autoridad que sobre ellos ejercen sus adultos o responsables.
El actual ritmo de vida hace que los padres sean incapaces de dedicar un tiempo suficiente y de calidad a sus hijos. Muchas veces los niños pasan horas solos frente a la televisión o los videojuegos y asumen los comportamientos que ven en las pantallas.
En el año académico 2008/2009, según datos del Gobierno británico, 7.620 niños fueron expulsados de clase. La mayoría de ellos, 2.890 fueron expulsados por atacar a un adulto, una cifra que ha aumentado un 19% en dos años. 1.760 fueron expulsado por mal comportamiento, 1.710 por atacar a sus compañeros, 40 por mala conducta sexual y 20 por robo.
Estas cifras hacen referencia en la mayoría de los casos a alumnos que han sido expulsados temporalmente. Solo ha habido 50 casos, de alumnos de entre cuatro y seis años, de expulsiones definitivas.
El departamento de educación británico ha editado una guía con medidas que faciliten el trabajo de los profesores de cara a obtener un buen comportamiento de sus alumnos. Para los expertos es "enormemente preocupante", según publica el diario Daily Mail, que el mal comportamiento comience a edades tan tempranas. EBP