El niño, que cumplió el pasado miércoles 10 años, permanece en paradero desconocido desde hace varios días. Mientras, los padres del menor, que sufre obesidad mórbida, se han negado a revelar su paradero.
Sin embargo, el plazo concedido por el Juzgado no es para que los padres entreguen al hijo, sino para que presenten la documentación que acredite que no son responsables de un delito de ocultación y de desobediencia administrativa.
Una psicóloga ve "perjudicial" el ingreso en un centro
Además, la Xunta interpuso una petición de custodia del menor después de que un informe médico en agosto alertara de insuficiencia respiratoria grave como consecuencia de su estado. El menor llegó a alcanzar un peso de 81,5 kilogramos, mientras que los familiares han asegurado que el niño pesa ahora 70 kilogramos.
Mientras, los padres han reiterado su rechazo a la posibilidad de entregar al niño, pese al requerimiento de la Xunta, que pretende internarlo en un centro de menores. Ha sido entonces, cuando estos han presentado el informe de una psicóloga. En él, Clara Isabel Fernández ha recomendado que el niño "no ingrese" en un centro. Sin embargo, ha declinado argumentar los detalles porque se trata de un documento "privado" que afecta a un menor.
En caso de no facilitar detalles sobre el paradero del niño, los padres podrían ser condenados hasta a dos años de prisión por un delito de sustracción de menores y desobediencia administrativa.