Cameron califica de "injustificable" e "indefendible" la matanza del 'Bloody Sunday'

Cuatro/CNN+ 15/06/2010 20:45

El primer ministro británico, David Cameron, ha calificado de "injustificable"la muerte de catorce manifestantes en enero de 1972 por disparos del Ejército británico en Londonderry (Irlanda del Norte) y ha pedido perdón, "en nombre del Gobierno y del país", por la matanza durante la presentación ante la Cámara de los Comunes de las conclusiones de la investigación sobre el llamado 'Domingo Sangriento' ('Bloody Sunday').

"No se defiende al Ejército británico defendiendo lo indefendible", ha declarado Cameron durante la presentación de las conclusiones de la investigación de Lord Saville. "No hay ninguna duda, no hay equívocos, no hay ambigüedades, lo que sucedió durante el 'Domingo Sangriento fue injustificado e injustificable", ha aseverado. "En nombre del Gobierno y de todo el país, lo siento profundamente", ha afirmado Cameron.

Inocentes y desarmados

El informe indica que todos los manifestantes muertos aquel 30 de enero de 1972 eran inocentes y estaban desarmados, que los primeros disparos procedieron de los soldados del Regimiento de Paracaidistas, que abrieron fuego sin previo aviso y en ningún caso en respuesta a una agresión de los manifestantes, y que algunos de los muertos "estaban huyendo o ayudando a otros".

El documento también indica que el actual viceprimer ministro de Irlanda del Norte, Martin McGuinness, estaba presente en el lugar cuando se produjo la masacre y "probablemente estaba armado con una ametralladora", pero no cometió "ningún acto que justificara que ninguno de los soldados abriera fuego".

Catorce muertos en el 'Domingo Sangriento'

Los hechos juzgados ocurrieron el 30 de enero de 1972, cuando trece personas murieron y catorce resultaron heridas por disparos del Regimiento de Paracaidistas del Ejército británico durante una manifestación no autorizada en el barrio de Bogside (una zona mayoritariamente republicana de Londonderry) en defensa de los derechos civiles. Uno de los heridos falleció posteriormente.

Entre los presentes aquel día se encontraban, además de McGuinness, el actual líder del Sinn Fein, Gerry Adams, y el Premio Nobel de la Paz John Hume. Tras la lectura del informe, el propio Adams ha recordado a "las familias de los muertos y heridos", que "han luchado durante 38 años por la verdad y la justicia", y ha afirmado que el documento ha situado "las mentiras" del informe Widgery (la primera investigación sobre los incidentes, publicada en 1972) "en el basurero de la historia".

"Exorbitante coste" económico

Por su parte, el Partido Unionista Democrático (DUP), principal formación de Irlanda del Norte y cuyo líder, Peter Robinson, es el actual ministro principal de la región, ha denunciado el "exorbitante coste" económico de una investigación que sólo ha tenido en cuenta a "menos de dos decenas" de muertos y ha recordado a las "otras miles de víctimas" cuyos casos han sido "virtualmente ignorados".

El 30 de enero de 1998, con el Gobierno británico enfrascado en las negociaciones entre unionistas y republicanos para poner fin al largo conflicto de Irlanda del Norte (que concluyeron en el Acuerdo de Viernes Santo de ese mismo año), el entonces primer ministro, Tony Blair, ordenó al entonces juez del Tribunal Supremo, Lord Saville of Newdigate, una investigación sobre la masacre.