La Guardia Civil ha desarticulado en el penal de El Dueso, de Santoña (Cantabria), la que es, posiblemente, la mayor red de tráfico de drogas que operaba en una cárcel española y que ha llevado a la detención de 52 personas, entre ellas 18 internos y numerosos familiares de presos.
El delegado del Gobierno en Cantabria, Agustín Ibáñez, ha dado a conocer hoy los datos de la denominada 'Operación Berria', iniciada en julio de 2009 en colaboración con la dirección del centro penitenciario, y de la que ha destacado la "complejidad" en su desarticulación y el número de personas detenidas, tanto presos como familiares y colaboradores que facilitaban la droga del exterior.
Los primeros datos apuntaban a que los presuntos traficantes eran tres reclusos que se servían de familiares y amigos para conseguir la droga e introducirla en la prisión.
A medida que avanzaba la investigación, se pudo comprobar que el entramado era más complicado de lo que en un principio parecía. Se comprobó que la forma de pago de los estupefacientes consistía en entregar códigos de giros postales por el valor convenido de venta, o bien, mediante transferencias a diferentes cuentas bancarias.
Varios grupos estructurados
No era solo un grupo organizado el que supuestamente traficaba con droga, sino que en realidad había varios grupos, perfectamente estructurados e independientes entre sí. El cabecilla de cada grupo era el que realizaba la venta y sus amigos o familiares más directos eran los que se encargaban de cobrar los giros, así como de adquirir nuevas partidas de droga. Nunca se había actuado con tanta profundidad y tanto mirar hacia atrás", ha asegurado el delegado del Gobierno.
En la prisión de El Dueso, la Guardia Civil ha detenido a 15 internos y otros tres estaban en las cárceles de León, Dueñas (Palencia) y Valladolid, aunque se les acusa de estar relacionados con el tráfico de drogas en el centro penitenciario cántabro, ha explicado el director de la cárcel cántabra, Carlos Fonfría