La Asamblea Nacional de Francia ha aprobado el proyecto de ley para reformar el sistema de pensiones que ha generado las huelgas y protestas de las últimas semanas.
La propuesta ha contado con 336 votos a favor y 233 en contra, lo que significa que el Parlamento ha aprobado definitivamente la reforma.
La última palabra la tiene el Consejo Constitucional, puesto que el Partido Socialista ha recurrido ante este órgano el texto del proyecto de ley, que eleva a 62 años la edad mínima de jubilación y a 67 la edad en la que se deben jubilar si quieren obtener una pensión completa.
Hasta que el Consejo no de su visto bueno, el proyecto de ley no se va a poder promulgar.
Pros y contras a la reforma
Aunque la mayoría de los diputados han aplaudido al concluir la votación, otros no, como han sido los parlamentarios de izquierdas, que han abucheado la reforma. La socialista Marisol Touraine ha denunciado "que la gran reforma se ha convertido en una iniciativa legislativa penosa". "Soñabais con una audacia reformadora y os habéis encontrado con un país en crisis"
Por su parte, Jean Leonetti, de la Unión por un Movimiento Popular (UMP, el partido del presidente Nicolas Sarkozy), dijo que la aprobación de la reforma "no es ni una victoria de la mayoría sobre a la oposición ni la victoria del Parlamento sobre la calle, sino la victoria del interés general".