Tan solo una semana después del asesinato de la defensora de Derechos Humanos en Chechenia, Natalia Estemirova, las autoridades rusas han confirmado el hallazgo del cadáver del activista Andrei Kulagin, en un foso de arena cerca del barrio donde residía.
Kulagin llevaba dos meses desaparecido y trabajaba para la ONg defensora de los derechos humanos 'Spravedlivost', ('justicia' e, ruso). Era conocido por criticar sin pelos en la lengua el Kremlin. Fuentes de seguridad han confirmado que el fallecido tenía antecedentes penales y estaba siendo investigado por las autoridades rusas.
El director de 'Spravedlivost', Andrei Stolbunov, ha denunciado en un mensaje en la página web de la ONG la presión a la que están sometidos los activistas y ha vinculado la última muerte con los asesinatos de Estemirova y de la periodista Anna Politkovskaya. Stolbunov alabó el compromiso de Kulagin con la justicia en su país y destacó que el activista intentaba mejorar la situación de los presos en Rusia.