Iker Jiménez: "He pasado muchas noches en Bélmez y nunca viví una experiencia así"

cuatro.com 08/09/2014 02:20

"Ha sido una noche para nosotros inolvidable. He pasado muchas noches en Bélmez y nunca he vivido experiencias extrañas. Esto sé que ya no es ciencia, seguimos en un carrusel entre dos mundos paralelos que se conjuntan", ha dicho Iker Jiménez tras vivir una impresionante noche con el equipo de 'Cuarto Milenio' en la casa de María Gómez. Una noche en la que los volumétros sonaron cerca de 27 veces sin una explicación lógica y en la que ocurrieron cosas nunca vividas hasta ahora.

Después de una noche entera de grabación, los expertos han descubierto que en cada grabadora había una psicofonía diferente, captada en distintos horarios de la noche. En una de ellas, una voz daba respuesta a Clara, que preguntó si había alguien en el salón. "No te interesa", fue la sorprendente contestación de una voz de hombre. En otra, la voz de una mujer simplemente afirmaba: "Soy el producto yo".

Para poder seguir con la exhaustiva investigación, el equipo de 'Cuarto Milenio' ha contado con la ayuda de expertos en la materia. El doctor José Javier Gracenea, que ha realizado un análisis químico de las caras, ha dictaminado que no están hechas con pintura. Además, ha afirmado que no se muestra ningún residuo orgánico en ellas. "Según los conocimientos y las técnicas empleadas en la investigación, no aparece manipulación ni elementos externos", ha explicado Gracenea.

El doctor Luis Alamancos ha sido el encargado de intentar determinar cómo se ha producido las figuras de Bélmez. Nos ha explicado paso por paso el proceso que ha realizado y no ha podido darle explicación al fenómeno. "La palabra que resume mi opinión es desconcierto absoluto", ha sentenciado el investigador.

Miguel Pereira, hijo de María Gómez, también ha formado parte de esta investigación. Su testimonio tiene un gran peso dentro de la historia de las conocidas caras tras convivir con ellas durante 43 años. Él fue quién picó la primera cara para intentar que desapareciera. "Solo he pasado miedo al ver que aparecía de nuevo la cara después de picar el suelo, pero siempre me han dado mucho respeto", ha declarado Miguel. "Tuve días de acostarme y no dormir, luego me he adaptado a vivir con ellas", ha añadido. El protagonista, que sabe decir cuál ha es la posible explicación a este fenómeno, ha declarado que siente que debajo de su casa había existido otra anteriormente.