Samanta Villar ha tenido un acceso privilegiado al cantante y a su entorno durante más de una semana. Le ha acompañado en su casa, de viaje y en el trabajo. Ha estado con él los días previos a su concierto de presentación en Barcelona y ha visto lo cercano que se muestra con sus fans, la amistad y confianza que le unen con el equipo que le acompaña y la profesionalidad que demuestra atendiendo a la prensa y preparándose para subir al escenario.
La periodista ha vivido de cerca los nervios del cantante acompañándole al plató de “La Voz” en la semifinal y la final donde Melendi defendió a su candidata Maika, una de las revelaciones del concurso. Las cámaras de Conexión Samanta han sido testigos de momentos inéditos que no pudieron ver los espectadores: el trabajo de Melendi como coach, la buena relación con otros de sus compañeros como David Bisbal y Rosario y las incesantes muestras de cariño del público hacia él en cuanto le ven entrar en plató.
Pero además de al artista, Samanta ha conocido también a la persona. Nunca antes un programa había podido grabar a Melendi con tal naturalidad en su casa junto a su familia. La periodista le ha visto cocinar un excelente pescado al horno para su mujer y para ella misma, y ha tenido incluso acceso al contenido que guarda en su ordenador: antiguas letras de canciones, reflexiones sobre la familia o la dependencia a las drogas, su punto de la vista ante la fama y cómo ha pasado página en su vida desde hace unos años para convertirse en un profesional riguroso y exigente consigo mismo. “De 200 canciones que puedo hacer en un año, a la hora de seleccionarlas para un disco, presento sólo 15. El resto las borro directamente”, confiesa a la reportera.
En otro momento del reportaje, Samanta acompaña a Melendi al supermercado con su mujer y sus hijos para hacer la compra y allí escucha sus confidencias más íntimas: cómo conoció a su mujer y porqué se enamoró de ella. “Es muy positiva, --explica--muy vital, y yo soy una persona con muchos altibajos. Necesito a alguien que me levante constantemente”.
Durante un viaje en el AVE, Melendi aborda sin reparos con Samanta su famoso incidente del avión: “Ese incidente me marcó el inicio de un cambio para llegar a un momento espectacular de mi vida, de paz y tranquilidad que es el que estoy viviendo ahora”.
La simpatía y naturalidad del cantante quedan bien patentes durante un gran evento al que también le acompaña Samanta. Se trata de un partido benéfico organizado por la Fundación Iker Casillas, en el que Melendi comparte césped y buen rollo con sus compañeros, entre ellos, el propio Iker, Andy & Lucas, Fernando Llorente, Emilio Butragueño, Fernando Hierro, Guti y Luis Aragonés.
El amplio reportaje, de una hora de duración, concluye de un modo sorprendente cuando Melendi y Samanta improvisan un dúo en el escenario de la sala Razzmatazz de Barcelona, y cantan juntos el último single del cantante ante un público asombrado.