Conexión Samanta: Trabajar con el peligro

cuatro.com 11/10/2012 09:54

Luchar con su ropa en llamas, tirarse de un coche en marcha o hacer piruetas en el aire son las actividades a las que se enfrentan diariamente un grupo de profesionales para los que su trabajo no es sólo un oficio, sino una forma de entender la vida. Con el título de “Conexión Samanta. Trabajar con el peligro”, el próximo programa de Samanta Villar mostrará los pormenores del trabajo de un especialista de cine, un piloto acrobático, un pirotécnico y un técnico de líneas de alta tensión que ponen en riesgo sus vidas durante cada jornada laboral. La cita será el jueves 11 de octubre, a las 00:30 horas en Cuatro.

Samanta Villar acompañará hasta Moscú a Ángel Plana, prestigioso especialista español de cine, que participará en el festival Prometheus, la cita más importante de Europa de este sector. No sólo es el primer español invitado si no que realizará el número final, el más importante: un accidente de coche en el que pondrá en riesgo su vida. Ángel Plana, especialista de cine desde hace 30 años ha trabajado con directores como Álex de la Iglesia, Pedro Almodóvar y Santiago Segura. Junto a él Samanta conocerá cuál es la preparación necesaria para convertirse en especialista.

De la misma forma que Plana se expone a toda clase de riesgos mientras protagoniza complejas escenas cinematográficas, Álex Balcells se juega la vida, pero esta vez en el aire. Balcells es piloto acrobático y las piruetas más peligrosas forman parte de su día a día, un simple despiste en una maniobra puede acabar en un fatal desenlace. Junto a él, Samanta Villar descubrirá todos los peligros que implica esta profesión, además de la subida de adrenalina que genera un vuelo acrobático.

Pero las profesiones de riesgo no son siempre sinónimo de trabajos espectaculares. Por ello, Samanta mostrará la vida de trabajadores que también se la juegan por sueldos de 1.200 euros. Un ejemplo de ello es el caso de Ramón, que trabaja en una pirotecnia, y que enseñará a Samanta como se prepara y se dispara una mascletá en un pueblo de Valencia. Esta tarea requiere la máxima concentración, tanta que trabaja ocho horas al día encerrado en una caseta solo, sin contar ni siquiera con una radio, ya que debe evitar cualquier falta de atención. El precio de un fallo es demasiado alto, porque podría conllevar su muerte.

Independientemente de las características de cada uno de estos trabajos, lo que sí tienen en común es que en todos ellos “el exceso de confianza mata”, tal y como asegura Julio, un profesional que lleva toda la vida reparando líneas de alta tensión. “Aquí no puede subir cualquiera. Tienes que tener la cabeza fría y dejar los problemas en casa”, afirma con rotundidad.