Policías con honores

cuatro.com 30/01/2012 18:38

Samanta Villar se desplaza hasta Sevilla para acompañar a varios de los policías locales en su rutina de trabajo diaria. Ellos velan por la seguridad de los ciudadanos y tan pronto acuden a un incendio como persiguen a unos ladrones a más de 150 km/h por hora por las calles de la ciudad.

Además, la periodista presenciará su labor durante la manifestación que recorre las calles de Sevilla con motivo de la publicación de la sentencia del caso de Marta del Castillo, justo cuando se cumplen tres años de la desaparición de la joven. En esta ocasión, la policía local tiene que asegurar que no se produzca ningún incidente, cortar el tráfico de varias calles en el centro de la ciudad y calmar los ánimos de los conductores.

María Guerrero, portavoz de la Policía Local, es una de las agentes que patrullan durante la jornada y asegura que "hay un antes y un después del caso Marta del Castillo. Está claro –añade- que la ciudad está con ella. 30 mil personas, nunca he visto una manifestación así, parece Semana Santa". Antonio del Castillo, padre de Marta, afirma emocionado: "hemos conseguido lo que nunca ha conseguido un país, esto es la lucha y el clamor de todo un pueblo, no es sólo nuestro".

María dejó sus estudios de Magisterio para ingresar en el cuerpo de Policía hace nueve años. En él no sólo ha desarrollado su carrera profesional, sino que además ha conocido al que hoy es su marido y padre de su hijo. Sin embargo, después de pasar varios años trabajando juntos, la portavoz de la Policía prefiere salir a patrullar con otro compañero. "Hay momentos en los que sabes que se está revolcando con un delincuente, le llamas por la emisora y no te contesta –afirma-. No lo vives igual cuando tu compañero es tu marido y no otro policía".

Otro de los protagonistas del reportaje es José Antonio. Este veterano trabaja en la Unidad de Intervención Nocturna (U.I.N) y, aunque sabe que la noche siempre es más peligrosa que el día, de momento no quiere dejarla.

Este profesional, a pesar de llevar más de 20 años como policía local, está a punto de vivir uno de los momentos más emotivos de su carrera, puesto que le hacen entrega de una medalla de reconocimiento por una actuación que tuvo de paisano, en la que salvó la vida a un chico de 25 años que sufrió un terrible accidente de tráfico. "En la academia de policía te enseñan muchas cosas pero nunca a cómo reaccionar cuando ves a una persona más muerta que viva, llena de sangre", confiesa.

Con José Antonio, Samanta desmontará el mito de las 3000 viviendas, un barrio marginal de Sevilla considerado extremadamente peligroso. Armas blancas, droga, "aquí cada coche que pares tiene algo", añade.

Antonio es otro compañero policía de la U.I.N. "La noche es como una droga, te engancha", dice. Reconoce que no es capaz de imaginarse su vida en una oficina, que le encanta su trabajo y que está dispuesto a seguir muchos años con el turno de noche.

Todos ellos son policías locales que salen cada día a la calle sin pensar en el peligro y en el riesgo que corren, dispuestos siempre a poner sus propias vidas en riesgo por salvaguardar la de los ciudadanos.