Samanta Villar comparte varias jornadas de guardia con un equipo médico de Urgencias, en el estreno de la cuarta temporada de “Conexión Samanta”

cuatro.com 20/01/2012 19:23

El día a día en las Urgencias de un hospital, el paso obligado a la edad adulta de las madres adolescentes, la difícil situación de un barrio condicionado por la existencia de una narcosala, la rutina diaria de la Policía Local de Sevilla y la infancia de los niños que trabajan como actores, son algunas de las situaciones que Samanta Villar ha podido compartir en exclusiva con sus protagonistas y su círculo más íntimo en la cuarta temporada de “Conexión Samanta”, que regresa a la parrilla de Cuatro el próximo lunes 23 de enero (00:15 horas).

Como en anteriores ediciones del programa, Samanta Villar se sumerge de lleno en distintos universos para proporcionar una visión completa y exclusiva de personas que comparten un proyecto, un trabajo, una ilusión o una necesidad y reflejar su lado más inaccesible y desconocido. En cada reportaje, la periodista compartirá con los protagonistas las jornadas e instantes previos a un momento muy importante en sus vidas, que será el colofón final en cada una de las emisiones.

En su tercera temporada en Cuatro, “Conexión Samanta”, producido por la cadena en colaboración con BocaBoca, registró una media del 9,2% de share, 3,5 puntos sobre la oferta de La Sexta (5,7% y 523.000 espectadores) en su franja de emisión. El programa, que incrementó su share en el sharetargetsuperó a su inmediato competidor en todos los grupos de espectadores por edad y clase social y se situó como la primera opción entre las televisiones comerciales en el segmento con edades comprendidas entre 25 y 34 años (15,6%). Por comunidades autónomas destacan los datos conseguidos en Andalucía (10,7%), Castilla-La Mancha (10,4%), Valencia (10,2%), Canarias (10,1%), Baleares (9,8%), Euskadi (9,4%) y Resto (14,8%), superando todas ellas la media obtenida a nivel nacional.

Niños que sueñan con ser actores y el trabajo de la Policía Local de Sevilla, entre los contenidos de la nueva temporada

En próximos entregas del programa, Samanta Villar acompaña en exclusiva a varios policías locales de Sevilla en su trabajo diario. Velando por la seguridad de los ciudadanos, compartirá junto a ellos momentos conflictivos, peligrosos y de máxima tensión, como detenciones, el auxilio en un incendio, o una espectacular persecución a unos ladrones por las calles de Sevilla.

En otro reportaje de la nueva temporada, la periodista comparte los días previos a un multitudinario casting infantil que puede cambiar el futuro del ganador. Durante este tiempo acompaña a varios candidatos para mostrar de primera mano los ensayos, los nervios y las diferentes pruebas hasta el veredicto final. La periodista conoce a Valeria y Eduardo, dos hermanos de ocho y once años que acuden a procesos de selección desde que eran muy pequeños. Han protagonizado anuncios, catálogos e incluso algún corto y se presentan a dos o tres castings semanales.

El programa también abordará el lujo y el glamour que rodea a los concursos caninos más exclusivos acudiendo al Campeonato de Oporto. Un lugar donde estas mascotas tienen privilegios de multimillonarios.

“Urgencias”, primer reportaje de la temporada de “Conexión Samanta”

Trabajan con la presión de la inmediatez y la eficacia que exige un servicio de Urgencias. Samanta Villar ha compartido varias jornadas de 24 horas de guardia con los profesionales del Hospital Santa Lucía y la Unidad Móvil de Emergencias de Cartagena cuando el centro está a punto de celebrar su primer aniversario. Una intensísima experiencia que la sumerge en esta unidad, viviendo las guardias, los turnos de 24 horas, durmiendo en las habitaciones de los médicos, siendo testigo de la llegada de pacientes y familiares, de la evolución de su enfermedad.

La periodista vive con este equipo humano probablemente algunos de los momentos vitales más intensos, angustiosos y delicados de cualquier persona y minutos, quizás segundos, en los que mejor se valora la trascendencia y la profesionalidad de nuestros médicos. También la tensión de los familiares cuando acuden a Urgencias o llaman angustiosamente a una ambulancia. Una niña que se ha desmayado en un partido de fútbol, un anciano con un infarto, un parto de urgencia, un joven apuñalado al salir de una discoteca… Momentos que pueden marcar para siempre la vida de un ser humano y sus seres queridos.

“Es un apuñalamiento”. Con este aviso, Samanta -que les acompañaba en una ambulancia preparada para atender los casos más graves- se traslada con el equipo de la Unidad Móvil hasta un domicilio particular. La policía ya ha llegado. El propietario de la vivienda, tras haber escuchado el timbre de su casa, se ha encontrado a un joven al que han apuñalado al salir de una discoteca, ha huido y ha llamado desesperadamente a todos los domicilios cercanos para que alguien le ayude. En los primeros momentos, muy difíciles, la doctora quiere saber en qué condiciones se encuentra: “¿Qué has tomado? ¿Has bebido? ¿Has tomado drogas? ¿Qué clase de drogas?”.

Mª José, coordinadora médico del Servicio de Emergencias 061, cuenta a Samanta que la manera de combatir la calma entre tanto caos es “pensando sólo en el paciente y en cómo se siente”.

Paco, otro joven médico que trabaja en las Urgencias generales, siempre trata de arrancar una sonrisa al paciente: “Siempre es más agradable trabajar de buenas “Siempre es más agradable trabajar de buenasque de malas. Si realmente la vida del enfermo no peligra, no hay que poner cara de seriedad, afirma. Es hijo de enfermeros y sus padres le han dado los mejores consejos para afrontar el trato con los pacientes: “Mis padres siempre me decían que cuando eres médico tienes que tener en cuenta que, cuando entras en una habitación, para ti es tu trabajo y puede llevarte diez minutos, pero la otra persona lleva mucho tiempo esperándote”. Junto a él, Samanta comprueba cómo se asiste a pacientes de diferente gravedad, desde afecciones respiratorias sufridas por personas mayores hasta la asistencia a un joven apuñalado durante la madrugada de un fin de semana.

El reportaje también recoge uno de los más intensos y emotivos momentos de la vida: el nacimiento de un bebé. Samanta asiste a un parto en la Unidad de Urgencias y es testigo del feliz acontecimiento, largo, doloroso y muy emocionante.