El desconocido mundo de los hiperrealistas 'bebés reborn', en 'Conexión Samanta'

telecinco.es 29/01/2015 14:54

¿Qué son los bebés reborn? 'Conexión Samanta' se mete de lleno en el mundo de los 'bebés reborn' unos muñecos de silicona que parecen bebés de verdad. En Algunos casos, adquirir estos muñecos es simple coleccionismo, en otros suplen una carencia afectiva, pero ¿dónde termina la afición y comienza la dependencia? 'Conexión Samanta' Tratará de responder a esta pregunta.

El origen de los reborn

La Tendencia nació en Alemania, en plena II Guerra Mundial, cuando las madres se vieron obligadas a arreglar o recomponer las muñecas de sus hijas ante la escasez de recursos motivada por la contienda. De Allí pasó a Estados Unidos, donde ha dado lugar a un floreciente mercado avivado hoy por las redes sociales, como prueban los más de 200.000 links que aparecen en Google, creados en su mayoría para distribuir kits para la elaboración de estos muñecos de apariencia humana.

Muñecos hechos al detalle

En los reborn cada detalle está cuidado con precisión: la piel, las venas, las rojeces propias de los recién nacidos, el pelo o los pliegues de la carne. En Muchas ocasiones son encargados a medida para suplir alguna carencia o para recordar experiencias pasadas. Los Artesanos encargados de realizar estos muñecos recrean así bebés prematuros o niños similares a otros nacidos en la familia, en definitiva realizados a gusto de quienes los adquieren. Veremos cómo sus dueñas les compran ropa en tiendas especializadas, les sacan a pasear, les dan de comer o les llevan a la peluquería como si de un niño real se tratara.

Los reborn cuestan entre 400 y 6.000 euros y las personas que los encargan hablan incluso de 'adoptarlos', no de comprarlos. De hecho, s e entregan con una pulsera identificativa como en los hospitales y un certificado de nacimiento que incluye el peso y el tamaño del bebé, así como los nombres de suspadres.

Por Su realismo, estos bebés son piezas de coleccionismo que en algunas ocasiones van más allá de la mera compra. Pueden tener un valor terapéutico en el caso de mujeres que necesitan llenar el espacio de un bebé. Gracias a internet y las redes sociales, cada vez hay más aficionados en España. Los artistasque los crean pasan horas puliendo cada muñeco y dándole vida a un molde de vinilo o silicona. Los elaborados con silicona son los más cotizados porque el tacto es casi idéntico al de un bebé de carne y hueso y son capaces de comer, hacer pis e incluso respirar.

"Me moría por ser madre pero he tenido que mentalizarme de que no va a ser así"

En este primer programa Samanta conoce a Tamar y su marido Iván. Tras 10 años de casados, la pareja aún no ha tenido hijos, pero se desvive y emociona con sus reborn. Ahora mismo tienen siete: unos cuatrillizos prematuros, dos niñas y un niño.

Samanta les acompaña a Bilbao a recoger su octavo bebé reborn, el que más ilusión les hace porque será el primero de su colección hecho de silicona. "Me gusta darles el biberón, vestirlos, lavarles la cabeza y peinarlos. Tengo un armario lleno de ropa y complementos".

Otra De las madres de esta primera ‘Conexión Samanta’ es Neus, una barcelonesa de 41 Años que después de dos abortos ha encontrado en los reborn el consuelo y la compañía afectiva que necesitaba. Neus, que siempre ha tenido un gran instinto maternal, reconoce que "no son bebés reales pero me ayudan a sobrellevar mi pena. Yo me moría por ser madre pero he tenido que mentalizarme de que no va a ser así. Ese Vacío me lo llenan mis bebés reborn"

Samanta también conoce a Eva, una asturiana de 54 Años que tiene en su casa más de 500 muñecos, 16 de ellos reborn. Carritos,tronas, cunas ... En Casa de Eva no cabe nada más. Su marido le ha dadoun ultimátum, pero ella está decidida a seguir ampliando su colección. "Yo voy tres veces a la semana a comprar ropa y accesorios para mis bebés".

El programa también contactará con los artesanos que elaboran estos muñecos, entre ellos Raquel, una artista reborn de 40 años que siente un apego especial por cada bebé que realiza. Les dedica tantas horas de trabajo que le cuesta desprenderse de ellos. En Su casa tiene más de 12. Para ella son algo más que muñecos. "Me Gusta sacarlos de paseo para ver la reacción de la gente . A Primera vista siempre piensan que son reales... Nos Tratan de locas porque disfrutamos con ellos, los cambiamos de ropa y los achuchamos", así se expresa Raquel, madre de dos hijos y empleada en una empresa de logística, aunque la mayor parte del tiempo le gusta pasarlo en su taller dando vida a estos muñecos.