Cartagena de Indias, en Colombia, es uno de los destinos más frecuentados por el conocido como turismo sexual. Según datos de UNICEF, 1.500 niños son explotados sexualmente en esta zona, una dramática situación que se une a la escasez de recursos, el desplazamiento forzado, la marginalidad y un nivel de educación muy bajo, factores que desembocan en severas consecuencias para toda la población y, especialmente, para el segmento más vulnerable: la infancia. Samanta Villar se ha desplazado a Cartagena de Indias para denunciar esta alarmante situación y conocer de primera mano cómo se está combatiendo en 'Pagando por niñas', nueva entrega de 'Conexión Samanta' que Cuatro emite el lunes 26 de marzo a las 00.15 h.
En este reportaje, Samanta Villar recoge testimonios de varias jóvenes que se han visto obligadas a ejercer la prostitución desde temprana edad -algunas de ellas inducidas por sus propias familias-, así como de familiares de menores que han sido explotados sexualmente y de profesionales que luchan contra este delito -que supone el tercer negocio ilegal más lucrativo del mundo- en la Policía Nacional y en las ONG Protect y Tierra de Hombres.
El día a día en las calles del mercado sexual
En este reportaje, la periodista conoce a Edwin Guardiola, miembro de la asociación Protect que está intentando sacar de la calle a una menor de 16 años que se hace llamar Toñita. La primera vez que ofreció su cuerpo a un turista tenía sólo 13 años. Samanta le acompaña a uno de los barrios más pobres y peligrosos de Cartagena de Indias, donde vive junto a su familia en una chabola: "Mi madre cree que me dedico a vender pulseras en las playas de la ciudad", explica la joven. "Quiero sacar a mi familia adelante, sacarles de este barrio y darles una vida mejor".
Lourdes, otra de las protagonistas del reportaje, perdió a su hijo Yesid, de tan sólo 15 años, como consecuencia de este problema y su historia conmocionó a todo el país. El joven empezó a trabajar para un extranjero de 72 años realizando tareas del hogar, pero una noche llamaron a Lourdes para decirle que su hijo había muerto de una sobredosis en una orgía con mayores de edad en la que había sido drogado. El resultado de esta investigación fue el hallazgo de numerosos CD con pornografía infantil en casa de este hombre y la primera condena a un extranjero -15 años de cárcel- por prostitución infantil en Colombia. Lourdes lucha ahora por conseguir que condenen por homicidio al hombre que abusó sexualmente de su hijo.
Otro de los casos que muestra el programa es el de Mónica, una joven que ha sufrido este tipo de abusos durante varios años. Su madre cobraba 200 pesos, menos de un euro, cada vez que obligaba a la niña a dejarse tocar. Ahora está condenada a siete años de cárcel por incitar a la prostitución a su propia hija. La periodista consigue entrar en la prisión junto a la joven y durante la visita las cámaras del programa son testigos de la dureza de sus testimonios.
Una tabla de salvación para los niños: las ONG
En este difícil panorama, el trabajo de la Policía Nacional y las ONG resultan de vital importancia para tratar de combatir esta práctica, actuar de forma contundente sobre los delincuentes y ofrecer una salida a los jóvenes afectados.
'Conexión Samanta' recoge la labor de Freddy del Toro, abogado de 55 años que desde hace seis dirige el departamento jurídico de la Fundación Tierra de Hombres, una ONG con presencia en Colombia desde 1979 que lucha contra la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes y trata de garantizar el acceso a la Justicia a las víctimas y sus familiares. 'El turista se aprovecha de las condiciones tan paupérrimas de vida de los niños para ofrecerles todo tipo de lujos a cambio de practicar sexo', asegura el abogado. Freddy es conocido en Colombia como 'el defensor de los niños explotados', ya que ha llevado 65 casos de los que ha conseguido 45 condenas.
Samanta también conoce el trabajo de Protect de la mano de Edwin Guardiola, que acompaña a la periodista en varias salidas por zonas conflictivas de Cartagena de Indias. Esta asociación, que pertenece a Global Humanitaria, trabaja por el respeto y cumplimiento de los derechos de los niños y niñas en aquellos lugares en los que la presencia de explotadores sexuales extranjeros amenaza su integridad física y psicológica.
Durante 21 años Edwin perteneció al cuerpo de la Policía Nacional de Colombia y desde el año 2010 ha logrado abrir 20 investigaciones contra posibles explotadores sexuales. Su trabajo en Protect consiste en ubicar a víctimas de explotación sexual a través de sus recorridos por las zonas en las que los turistas intentan contactar con los menores. También ha logrado crear una red de fuentes que le proporcionan información. Una vez que ha contrastado los datos, trabaja de forma coordinada con la policía para llevar a cabo la detención del explotador.
Junto a él, Samanta Villar acompaña a la Policía Nacional durante una redada en un local de alterne donde anteriormente el investigador había comprobado que varios menores ejercían la prostitución: "Me encantaría que no fuera así, pero hay muchas posibilidades de que esta noche nos encontremos con menores de edad ofreciendo sus cuerpos en este tipo de establecimientos", confiesa.