Risto, Chester y el dinero ponen contra las cuerdas a Echenique, Mariscal y Josef Ajram

cuatro.com 10/02/2017 17:04

Pablo Echenique: “Una persona que gane 100 millones a lo mejor tiene que pagar 80 en impuestos. ¿Es que acaso no le da para vivir con 20 millones?

El secretario de Organización de Podemos visita a Risto y a Chester para ofrecer la que posiblemente sea su entrevista más personal hasta la fecha… sin que sea una entrevista. Echenique hablará de todo y de todos, sin importar lo peliagudo del tema, como podría ser la enfermedad que le mantiene dependiente de una silla de ruedas o de su controvertido pago en negro para su asistente personal. Sobre el primer asunto, lo tiene claro: “Reírse de uno mismo es la mejor medicina posible. Si no te ríes de ti mismo, lo llevas mal. Y desde el principio entendí que esa era la manera de sobrellevar un montón de cosas".

Sobre el segundo tema, también es contundente en su defensa. “Lo hice mal. Mi asistente me comentó que no podía pagar la cuota de autónomos porque no tenía suficientes ingresos, y me vi en la dicotomía de no querer prescindir de él, porque como asistente era, y es, muy bueno. Y decido estar más tiempo con él mientras intentaba arreglar la situación, buscar otras vías para mantenerle como asistente legalmente… Pero no las encontré. Fue entonces cuando dejé de contar con él”.

Sobre dinero (“He perdido dinero por estar en Podemos”), impuestos (“En los países del norte de Europa, en Suecia, etcétera… ha habido momentos en la historia en los que la tasa más alta de IRPF rondaba el 80%”) o ricos y pobres (“Un pobre es el que tiene que elegir si compra cierto tipo de comida o paga la luz. A veces tiene que elegir si compra ropa o paga la hipoteca. Y, a veces, no puede pagar ninguna de las dos cosas”) transitará una conversación distendida en la que, no obstante, no faltarán puntos de fricción entre Risto y Pablo:

- Risto: ¿Una persona que gane cien millones de euros tiene que pagar 95 en impuestos?

- Pablo: A lo mejor tiene que pagar 80 millones, sí ¿por qué no?

- Risto: ¡Wow!

- Pablo: ¿Qué? ¿No le alcanza con 20 millones al año para vivir?

- Risto: ¿Y qué incentivo va a tener el año que viene de ganar otros 100?

Javier Mariscal: “Si te va mal, cuando te pregunten cómo estás, responde la verdad, muy mal”

Diseñador, entre otros, de la mascota de Barcelona ’92, el célebre Cobi, Mariscal sacará su lado más desconcertante y sorprendente ante un atónito Risto, al que dejará sin palabras con sentencias como la siguiente: Cuando necesitas dinero, el dinero cae; el dinero viene, el dinero vuela. A mi me pasaba. Necesitaba dinero, le pegaba una patada a una farola y me caían fajos de billetes. Pero claro, hay que saber a qué farola pegar esa patada…”.

Conocido por sus vaivenes económicos en los tiempos recientes, Mariscal admite que “He aprendido a que se vive muy bien sin tener dinero”, y no tiene reparos en contar, de la manera más sencilla, por qué confesó públicamente que su empresa de producción estaba en la ruina: “Porque me preguntaron. Los periodistas vienen y te dicen: ‘¿Cómo estás?’ Y yo digo: ‘En la ruina’. No sé ¿No se puede decir la verdad? Es típico de esta sociedad, el mejor callarse y decir que todo va muy bien(…) La gente dice: ‘¡Muy bien!’. Y no. Si te va mal, cuando te pregunten cómo estás, responde la verdad: ‘¡Muy mal!”.

Josef Ajram: “Un amigo y yo ganamos dinero en el 11-S”

Broker financiero, trader, gestor de fondos… este triatleta se mueve como pez en el agua no sólo en las pistas de atletismo, también en el mundo de las finanzas. Se reconoce a sí mismo como un lobo de Wall Street, un especulador con el único objetivo de ganar dinero: “Reconozco que cuando empecé en Bolsa solo tenía mente el dinero (…) obtener la mayor rentabilidad con los menores recursos, en el menor tiempo posible”. Sin embargo, la vida pone a cada uno en su sitio… “A mí me pasó. La Bolsa me enseñó que aquello no era para mí (…) Lo dejé tras mi primer gran fracaso porque me sentí vulnerable”.

Por el camino, un historial de lujo, polémica, mucho deporte y algún que otro escándalo. Como ese que vincula una de sus mayores ganancias al peor atentado de Occidente en el siglo XXI: El 11-S “Hicimos un tipo de operativa en Bolsa que es vender acciones a un precio para después intentar comprarlas más baratas. Cuando chocó el segundo avión empezó todo a bajar a una velocidad que no era asimilable, se colapsó la Bolsa. Al final del día compré las acciones que había vendido a un precio mucho más bajo, y entonces, lamentablemente, gané dinero (…). Ojalá no hubiera sido así”.