Callejeros: Ricos sin crisis

cuatro.com 31/01/2013 17:04

Opulentos círculos sociales españoles en los que parece no haber crisis

El último informe de Credit Suisse sobre la riqueza mundial refleja que, hasta la mitad de 2012, la pérdida de la riqueza en nuestro país era de un 18,4%, el descenso más acusado de la zona euro. A pesar de esta caída, algunos sectores de la población española no han visto alterado su ritmo de vida por culpa de la crisis.

El joven bloguero Eloy Valero vive por y para el lujo. Asegura que en la alta sociedad la crisis no existe. De forma distinta opina Isabel Preysler: “En mi casa también notamos la crisis, tengo gente cercana que lo está pasando muy mal”, “En mi casa también notamos la crisis, tengo gente cercana que lo está pasando muy mal”,comenta al equipo de “Callejeros”.

El programa también abordará la situación de Susi, una sevillana que vive entre Madrid y Marbella que compra con frecuencia en las tiendas más selectas. “Yo no miro el precio, si me gusta un bolso o unos zapatos los compro”, comenta entre risas mientras saca de su cartera una factura de 7.000 euros que pagó en efectivo en una conocida tienda de lujo. Tengo más de 100 pares de zapatos en mi armario”comenta.

Los multimillonarios rusos, grandes inversores en viviendas españolas

El Consejo General del Notariado señala que la inversión rusa en nuestro país es la que ha crecido en mayor porcentaje el pasado año, según datos recogidos en el informe del primer semestre de 2012.

Mila Kremleva se dedica a la venta de viviendas a compradores con este perfil: rusos multimillonarios afincados en la Costa del Sol. Mila cierra con frecuencia operaciones con sus mejores clientes. “Vendo esta casa porque mis hijos necesitan más espacio para crecer felices”,“Vendo esta casa porque mis hijos necesitan más espacio para crecer felices asegura el señor Radinov en la puerta de su mansión de 10.000 metros cuadrados ubicada en una de las urbanizaciones más exclusivas de Marbella.No soy rico para comprar cosas baratas”, sentencia.

La Costa Brava también es una de las zonas preferidas por los inversores inmobiliarios procedentes de Rusia. “Aquí las casas son mucho más baratas”, afirma Eugenia, una joven que se acaba de instalar en una villa de más de 3 millones de euros junto a su marido, un magnate del petróleo 30 años mayor que ella.