Esta nueva edición de ‘Callejeros’ desvela la historia de personas que aspiran a encontrar su propia belleza a través del bisturí.
Como Cristina, que acaba de descubrir la fama después de su participación en un programa de televisión. A sus 20 años asegura que “si eres del montón en este mundo no te llaman para trabajar”. Va a operarse los labios, la nariz y los pechos. “Me da un poco de miedo verme luego en el espejo y no reconocerme”, confiesa.
Por su parte, Erik se ha gastado más de 26.000 euros en mejorar su cuerpo. Lleva más de cuatro intervenciones faciales y aun así no está contento con su imagen. “Sé que tengo un pómulo más grande que otro aunque la gente no lo note, pero yo estoy 10 horas mirándome al espejo”, explica.
Esther es campeona del mundo de kickboxing y, tras colgar los guantes, desea recuperar un rostro que le haga sentir mujer. “Quiero descubrir mi femineidad”, asegura la deportista, que entra al quirófano para operarse los párpados y las bolsas en los ojos”.
Sorprendente también es el caso de Macarena, una cordobesa de 35 años que quiere ser eternamente joven. Recurre a operaciones cada cierto tiempo, porque prefiere ir “arreglándose poco a poco” y no “cuando tenga 60 años hacerse una maleta de viaje con todo lo que le sobra”.