“Un mar de luz” es como se conoce también a Isla Cristina, una localidad marinera, en la provincia de Huelva, con más de tres mil horas de Sol al año. Aquí viven unas veinte mil personas, orgullosas de su puerto, “el primero en pescado fresco de toda Andalucía”. Su principal atractivo turístico es la playa. Más de 10 kilómetros de fina arena para hacer deporte, disfrutar y buscarse la vida.
A pesar de su atractivo turístico Isla Cristina vive sumergida en una profunda crisis económica. Muchos jóvenes como Óscar, no tienen trabajo, y todos los días junto a un amigo sale de casa para buscarse la vida. La coquina es el tesoro que busca en el mar a pesar de no tener licencia para pescar. “Nos la jugamos a diario y en cuanto aparece la Policía tenemos que salir corriendo para no pagar la multa. Lo necesitamos para comer”, nos dice Óscar. Pero los vecinos luchan contra la crisis con baile y buen humor.
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Después confirmamos que “la coquina es la reina de la cocina en Isla Cristina”, y que el truco es muy sencillo, según nos confiesan en algunas casas y restaurantes del municipio “aceite, ajo y perejil”.
Las playas también son escenario de las principales estampas veraniegas de Isla Cristina. Diez kilómetros de fina arena donde muchos turistas disfrutan del Sol y los deportes acuáticos. Muchas familias vienen incluso de Sevilla “somos del barrio de Los Pajaritos y hemos venido en autobús”, nos dice bajo la sombrilla una familia gitana que disfruta desde hace años de la arena blanca de Isla Cristina.
La otra cara de la moneda la encontramos en las populares barriadas de Isla Cristina. Punta del Caimán, un barrio típicamente marinero, y Mata Piojo son el reflejo del duro azote de la crisis entre sus vecinos, donde la mayoría lleva años sin encontrar trabajo. Junto a la tapia del cementerio se levantan 19 módulos prefabricados donde vive un grupo de toxicómanos. “No se está mal aquí, pero tendrían que acabar con las ratas que están a punto de comernos”, nos dice uno de sus moradores.
“Viva la Virgen del Carmen…” La vida de este municipio se paraliza con la celebración de su patrona, la virgen de los marineros, mientras hacen sonar las sirenas de sus barcos atracados en el puerto de Isla Cristina. Finalmente, los devotos suben a la virgen a un barco y la pasean por el mar mientras cientos de personas le cantan y rezan.
“Isla Cristina”, es un reportaje de Lucas Goikoetxea.
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