Especial Callejeros viajero: Menú viajero

cuatro.com 18/03/2011 13:35

Para el aperitivo nada mejor que parar en la ciudad de Berlín donde podemos tomar lo más tradicional "salchichas, patatas al horno y cervezas de todo tipo, incluso de menta y cerezas". Y podemos terminar con una auténtica fiesta, cenando en Estambul junto al Bósforo.

Pero lo más sorprendente de nuestros viajes alrededor del mundo es que la comida se ha convertido en una de nuestras señas de identidad, sobre todo para conocer de verdad como se vive en cada uno de los países que visitamos. En Bangkok nos pusieron todo tipo de insectos a la mesa "cucarachas, saltamontes, orugas e incluso ranas". Una tradición similar encontramos en nuestro viaje a Méjico, allí pudimos degustar algunas exquisiteces "como huevas de hormigas, chinches y gusanos".

A pesar de la sorpresa que nos producen estos platos tan diferentes, también nos dejamos atraer por las tradiciones más ancestrales. En Pekín quisimos conocer la forma más popular y auténtica de hacer el pato pequinés. Una tradición que se remonta a una historia de más de 140 años. En la ciudad de Viene intentamos descubrir el verdadero secreto de un placer de chocolate. Fuimos hasta el hotel donde se inventó la tarta Sacher.

Los amantes de la carne encontraron un verdadero paraíso en Buenos Aires. Aquí, nos dicen, "se pueden comer las mejores pizzas en la calle y las más exquisitas carnes a la parrilla en cualquier restaurante de la ciudad". En Sao Paulo aseguran "no tenemos nada que envidiar y comemos carne a placer".

Pero como sobre gustos dicen que no hay nada escrito en Kenia nos atrevimos a beber sangre de vaca y en Hanoi nos reconfortamos con una bebida hecha con veneno de serpiente.

En Tokio no faltamos a una cita ineludible con el restaurante con más Estrellas Michelin de toda Asia. Pertenece a la cocinera española Carme Ruscadella que ha conseguido consagrarse en la cuna de la cocina oriental.