Callejeros Viajeros: San Petersburgo

cuatro.com 04/11/2010 18:38

Le llaman la Venecia del norte. San Petersburgo -antigua Leningrado- es la ciudad de los 350 puentes, de su casco histórico declarado patrimonio de la humanidad, y del metro más profundo del mundo.

La ciudad en la que mientras una grúa se lleva un Ferrari mal aparcado, ve cómo una mujer indigente no tiene nada que llevarse a la boca... "Esta no es la pobreza de África con la que te topas de frente, pero también hay mucha gente necesitada", cuenta un individuo. "Mira, esta pobre mujer, -cuenta un religioso español de misión en San Petersburgo-, gana 90 euros al mes trabajando todos los días de la semana".

A pocos kilómetros de allí, emerge imponente una nueva residencia que se está construyendo el presidente Putin.

San Petersburgo también es la ciudad donde se encuentran algunas de las mujeres más bellas del mundo. "Mires donde mires te encuentras a una joven rusa más guapa que la actriz de Pretty Woman", cuenta un español que no para de girar sobre si mismo al ver tanta belleza junta por la calle. "Este cuerpo está hecho por un escultor", sentencia un gallego afincado en San Petersburgo que se fue detrás de su corazón, conquistado por una rusa hace años.

Aquí la costumbre obliga a las amigas de las novias a "secuestrar" a la joven casadera horas antes de la boda y que sea recuperada por su futuro esposo. Una boda que por cierto dura cuatro días. "Uno para el enlace por lo civil, otro para la Iglesia, otra jornada para celebrarlo con los amigos íntimos y otra para hacerlo en una casa de campo", cuenta una joven española.

Hoy es el cumpleaños de la abuela de una ciudadana rusa, y la costumbre es llegar con un ramo de flores. La divertida anciana no sale de su asombro al conocer al equipo de reporteros del programa, y la paga con ellos comiéndoselos a besos.

Los reporteros Federico Cardelús y Santiago Trancho conocen San Petersburgo desde dentro y se van de boda con unos novios, a conocer la noche caliente de la ciudad, visitan emblemáticos monumentos como la Iglesia de la Sangre derramada, no sin antes tocar la mano de Pedro el Grande, porque si lo haces te da una suerte infinita, confiesa un conocedor del secreto de la estatua de bronce.