No. No todas las novias odian a sus novios por su afición a los videojuegos. Porque muchas parejas comparten un interés común por los videojuegos. Eso lo sabía bien James Dowdell cuando decidió modificar el final de 'The Legend of Zelda' con el propósito de pedir matrimonio a Natalie Martin, su novia. Ella, una fotógrafa de bodas 'geek', decidió contarlo en la página web de su estudio de fotografía. Lo que ninguno de los dos esperaba es que esta simpática propuesta se convertiría en viral. Pero empecemos por el principio de la historia.
James Dowdel es fan de la saga Zelda desde que a los dos años jugó, con ayuda de su madre, al cartucho de la NES. A partir de ahí se convirtió en un auténtico coleccionista. "Tiene todos los juegos, las consolas originales y todas las publicaciones de Nintendo relacionadas con Zelda que puedas imaginar". Eso lo dice Natalie, su novia, antes de hablar de la noche en cuestión.
Dos o tres meses antes de la proposición James le dejó caer a Natalie que era ya era hora de jugar juntos al juego original de NES. Él llevaba varias semanas encerrándose en su habitación para trabajar en algo que ella desconocía. Finalmente, un sábado se sentaron juntos en el salón y conectaron la consola. James propuso hacer unas cuantas fotos para recordar un momento tan especial. Natalie todavía no sabía que el momento sería 'taaaaan' especial.
Tras probar la consola, James se mostró contrariado y le dijo a su novia que el cartucho había fallado y no podrían guardar la partida, por lo que tendrían que pasarse el juego entero de una sentada. El reto les llevó seis horas, y tras vencer en la mazmorra final...
¡Tachán! Natalie alucinó al ver ante sus ojos como el final del juego cambiaba: "Natalie, ¿quieres casarte conmigo?" decía Link. Y es que quienes hayan jugado a 'The Legend of Zelda' habrán descubierto las modificaciones de James en el texto original o el cambio de la Triforce por un anillo que Links sostiene sobre su cabeza. Incluso se tomó la licencia de incluir la canción 'You got the thing' y hacer un juego de palabras con la palabra 'ring' (anillo). Un anillo que en el mundo real James sacó de su bolsillo: una exclusiva modificación de una joya inspirada en el videojuego.
¿Lo mejor de la historia? Que la novia dijo que sí con un "¡Claro que me caseré contigo, idiota!". Está por ver si viajarán a Hyrule para celebrar la ceremonia y pasar la luna de miel.
Zelda, una alcahueta moderna
No es la primera boda apradrinada por Zelda. Parece que los juegos de la princesa han representado el papel de alcahueta moderna en más de una ocasión. Hace poco os contaba en el programa MorninGlory la boda de estos novios en su tienda favorita de videojuegos y disfrazados de Zelda y Link. Y por la Red circulan muchas más. Quien sabe, quizás la acción de James da ideas a algún lector de este blog con conocimientos de 'hacking' y pronto tengamos otra romántica historia que contar.