Un niño, una medalla y un campeón: la historia más tierna del mundial de rugby

cuatro.com 02/11/2015 10:56

Sonny Bill Williams, uno de los jugadores de los All Blacks de Nueva Zelanda ha protagonizado una escena de lo más tierna. Cuando su equipo ya era campeón del mundo, después de vencer a Australia, un niño, eufórico por la emoción del momento y la contemplación de sus grandes ídolos de rugby, burló a los agentes de seguridad y consiguió meterse en el campo donde los campeones festejaban el título.

Pero cuando el pequeño estaba a punto de llegar a abrazarse a su mayor ídolo, Sonny Bill Williams, un agente de seguridad consiguió placarle con fuerza y le derribó, dejándole en el suelo asustado. El bueno de Bill, asombrado por la contundencia con la que actuó el agente de seguridad con el joven, no dudó ni un segundo y rápidamente, se acercó a el para levantarle del suelo, abrazarle y hacerle un regalo que jamás olvidará... ¡su medalla de campeón del mundo!

El joven ahora, estará pensando que bien hizo al atreverse a actuar así, ya que a pesar del duro placaje se fue del partido con un regalo que seguro que no se esperaba. Williams, en una acción espontánea, ha mostrado el corazón que tiene y entendió que, a pesar de que para él la medalla significara tanto, estaba claro, que para el joven significaba infinitamente más, e hizo tremendamente feliz a un niño al que jamás había visto.

Sonny Bill Williams, se quedó sin medalla, pero por muy poco tiempo, ya que el máximo organismo de rugby, tras su bonito gesto, decidió otorgarle al gran campeón, otra medalla, para que no se quedara sin uno de los mayores recuerdos de toda su vida. Williams no sólo es campeón del mundo de rugby, también ha demostrado ser un grande en cuanto a sus valores. El jugador de los All Blacks, finalmente, subió a su twitter una foto, en la que posa junto a un compañero de equipo y con su 'nueva' medalla.