Confundir el fútbol con la política es, desgraciadamente, algo tan estúpido como frecuente en este deporte que mueve pasiones y a veces fronteras. El último capítulo lo vivió este miércoles 23 de julio el Maccabi Haifa en Austria, mientras disputaba un partido amistoso contra el Lille. En el minuto 85 un grupo de antisemitas saltó al césped para agredir a los jugadores del equipo israelí portando banderas contra el estado judío y escupiendo a los jugadores.
En medio de la confusión, reaccionó @DekelKeinan, defensa central del Maccabi, que decidió enfrentarse a los aficionados (léase, a los cafres) a patada limpia. Un acto que horas después ha justificado en Twitter con un mensaje a sus aficionados.
“Quiero empezar diciendo que estoy en contra de cualquier tipo de violencia tanto en un campo de fútbol como en cualquier otro sitio. Lo que sucedió en Austria nada tiene que ver con el fútbol. Durante 85 minutos fuimos insultados por ser israelíes. ¿Qué harías si un grupo de antisemitas corre hacia ti con banderas de ‘muerte a Israel’ y escupiéndote en la cara? Sentí que mi responsabilidad era defenderme y defender a mis compañeros y responder a estas provocaciones.”
La reacción en la red ha sido dispar. Por un lado, el apoyo de compañeros de equipo que le han retuiteado, como el español Rubén Rayos, o de aficionados del Cardiff, su antiguo club, donde parece haber ha dejado un gran recuerdo. El internacional israelí sólo jugó una temporada en el equipo galés, pero ha tenido en sus aficioandos buena parte de los apoyos en la red.
Por otro lado, Keinan también se ha encontrado con el rechazo de algunos tuiteros que consideran fuera de lugar la reacción del jugador. En cualquier caso, las imágenes de este aficionado hablan por sí solas sobre el momento de tensión vivido por parte de unos jugadores que sólo habían viajado a Austria para jugar un partido de fútbol.
Mucho más fría ha sido la reacción del Lille, que ha decidido publicar un comunicado en el que asegura que no va a comentar nada sobre el incidente. Ya durante el partido, la cuenta en Twitter del equipo, que narraba el encuentro en vivo, se limitó a comunicar que el partido se había interrumpido por una 'invasión de campo'.
El equipo francés asegura en su aséptico comunicado ser una empresa que sólo se dedica a asuntos deportivos y no comenta situaciones políticas de ningún tipo. Eso sí, el club añade que condena cualquier forma de violencia especialmente la que tiene que ver con eventos deportivos.
"El partido amistoso disputado entre Maccabi Haïfa y el LOSC, este miércoles, 23 de julio, en el marco de la preptemporada de los jugadores de Lille en Austria, fue interrumpido por el árbitro en el minuto 85 debida a la invasión del terreno por decenas de espectadores.
Teniendo en cuenta la repercusión que este incidente pueda tener en medios de comunicación o frente a los comentarios que se puedan producir en las redes sociales, el LOSC, sus dirigentes y sus jugadores, precisan que no se expresarán sobre este asunto que sobrepasa totalmente el ámbito del deporte.
Eso sí, el club siente y condena todas las formas de violencia, particularmente las que rodean a veces los eventos deportivos. El LOSC es un club de fútbol y una empresa dedicada al espectáculo deportivo y no tiene en este sentido vocación de manifestarse en ningún caso sobre asuntos de carácter político."