Un recorrido por las finales de la Liga de Videojuegos (1 de 5) - FinalCup Barcelona

cuatro.com 16/05/2014 15:53

Cada año la LVP celebra dos temporadas, y al término de cada una de ellas celebra la FinalCup para decidir a los campeones de Liga. Con la sexta edición a la vuelta de la esquina hemos querido repasar las cinco que ya se han celebrado y volver a disfrutar los mejores momentos de cada una de ellas. Comenzaremos, como no podía ser de otra manera, con la primera edición celebrada en Barcelona.

Celebrada los días 27 y 28 de septiembre de 2011, la primera FinalCup de la LVP estuvo hospedada en el hotel Catalonia Plaza, situado en la misma Plaza de España de la ciudad condal. En ella se decidieron los primeros campeones de Liga de Starcraft 2, Halo Reach y FIFA11.

Con un innovador formato, en el que los jugadores se sentaban enfrentados en un escenario rodeado de gradas con público, la FinalCup Barcelona fue la competición de videojuegos más vistosa que se había celebrado en España hasta la fecha. Un formato que incluyó al público en el show y que fue una clara demostración del espectáculo que podían ser las competiciones de videojuegos.

Las cifras de asistentes aún eran modestas por entonces, pero eso no evitó que la FinalCup Barcelona fuese el evento con mayor repercusión del año en el mundo de los deportes electrónicos españoles. Arrancaba la Liga española y lo hacía de una manera espectacular y amigable con el público, que por fin podía una competición regular a la altura de la comunidad nacional de jugadores.

En el plano deportivo supuso el nacimientos de dos dinastías de campeones. Empezando por Starcraft 2, un juego que apenas había sido lanzado hacía unos meses, en el que empezarían ya a mandar con autoridad los hermanos Moreno Durán. Pedro “Lucifron” Moreno Durán fue el primer campeón de Liga, y lo hizo imponiéndose a su hermano Juan “Vortix” en lo que sería la primera de muchas finales idénticas en los años siguientes.

La historia de estos hermanos merece ser contada aparte, así que hoy no ahondaré en ellos y prometo hacerlo en otro artículo de este blog. Simplemente cabe recordar que Lucifron y Vortix han dominado con puño de hierro el Starcraft 2 español casi un lustro, y la FinalCup de Barcelona fue el punto de partida de esa dictadura. El saber cuál de los dos ganaría una competición era el único enigma que cabía resolver a pesar de la asistencia de grandes jugadores españoles junto a ellos en los torneos.

En FIFA11 sucedió algo increíble. En una final al mejor de siete partidos se enfrentaron Rafael Riobó “Ralfitita” y Marc Arisa “Marcarisa”. Rafa era favorito pero Marc no se lo quiso poner nada fácil. Empezó Ralfitita muy fuerte, con un juego espléndido y un aspecto confiado. Cuando ya ganaba tres partidos a uno todos pensábamos que la primera temporada pronto tendría a su campeón.

Pero pronto Marcarisa nos demostró que no había nada hecho. Luchó en cada centímetro del campo incluso cuando todo parecía perdido y fue capaz de ganar con gran sufrimiento los partidos cinco y seis. Rafa ya no tenía ese aire confiado del arranque de la final y todo tenía que decidirse en el séptimo y último partido. En ese encuentro, y por primera vez en toda la final, Marc se puso un gol por delante a falta de medio tiempo. La grada enloquecía con cada gol del catalán y la remontada parecía un hecho.

Sin embargo este Rafa también es mucho Rafa. Consiguió empatar y con un libre directo lanzado con Özil anotó el gol que le daría el título. Tras esta final, Ralfitita ganaría tres más siendo actualmente el jugador con más títulos de Liga en cualquier juego. Es esta la segunda dinastía de la que hablaba antes, otra dictadura que puede ser derrocada en esta sexta edición.

En el juego Halo Reach dominó un sorprendente equipo de Wizards. Cuando arrancó la competición pocos preveían esa victoria. Durante toda la temporada el equipo de Giants parecía tener todas las papeletas de ser campeones, sin embargo a la FinalCup de Barcelona los que llegaron más en forma y entrenados fueron Wizards, que pasaron por encima de todos sus oponentes y se coronaron campeones de un juego que tenía gran importancia para una comunidad que apenas había contado con competiciones en territorio español.

Hoy se recuerda la FinalCup de Barcelona como una declaración de intenciones de lo que podía mostrar el deporte electrónico a grandes y pequeños. Hermanos que se dan la mano al concluir la final que les enfrentaba. Remontadas de fé y corazón para acabar ahogándose cuando ya se ve la orilla. Historias de dominio y disputa, momentos de pasión y drama, un espectáculo que venía para abrir los ojos de muchos.

En próximos artículos repasaremos las otras ediciones de la FinalCup, y anticiparemos lo que puede suceder de cara a la sexta, sin duda la mayor y más espectacular celebrada hasta la fecha. Permaneced conectados.