Pizzi o cómo hacerse un traje uno mismo

cuatro.com 07/01/2014 11:17

Dar la talla o dar-con-la-talla... Pocas veces una preposición puede cambiar tanto la historia. José Antonio Pizzi, el hombre de las Navidades, el flamante nuevo entrenador del Valcencia CF, lo sabe mejor que nadie. El míster argentino aterrizó con lo puesto para dar la talla y apagar el incendio de Mestalla y, sin esperarlo, encendió otro mucho más candente en las redes sociales por no dar con la talla: #ElTrajeDePizzi ya era una tendencia.

La idea seguro que era otra. Encandilar a su nueva afición, presentar en sociedad su propuesta futbolística, promocionar su figura… Sin embargo muy pocos pudieron mirar más allá de la elección de su vestuario. Ese traje equis-equis-ele, pero equis-equis-ele de verdad, esa pata de elefante, esa pose desgarbada… Ese trending topic. Del Pizzi entrenador conocemos pocas cosas más allá de su dudoso tino para dar con la talla. Digamos que entre Pizzi y, por ejemplo, Beckham, media un abismo…

Así las cosas, era muy difícil que Pizzi no se convirtiera en la imagen de las navidades. Su traje va a dar juego en titulares, cánticos de los rivales y chistes. Pero no debemos pensar que es cosa exclusiva del valencianista. Es muy de los técnicos argentinos por lo visto. Martino pasó por algo parecido este año. Lo suyo fue en verano, cuando se presentó con el Barcelona con su traje crema a rayas y causó furor en las primeras jornadas con el polo verde pistacho que le había regalado su mujer. Nuevamente el estilo argentino causaba sensación en las redes.

Un poco más allá de Pizzi y Martino está Messi. Un tipo atrevido a la hora de encarar rivales y ponerse americanas. Las que vistió para recoger sus últimos premios, bah, casi nada, el Balón de Oro de 2013 y la Bota de Oro de 2013, provocaron un terremoto del quince en la escala Twitter. Lunares y flores. Messi’s style.

Pizzi, está claro, no debe preocuparse. Tiene margen de mejora pero, si no lo ve muy claro, que mire el espejo de Simeone. Bien, es cierto que el Cholo es un ejemplo desde que llegó, tanto en lo futbolístico como en lo estilístico. Pero, ¿quién podría pensar que el entrenador de moda, muy de moda, en el fútbol español, tuvo también su desliz tiempo atrás?