"Me ha impresionado muchísimo saber algunas cosas más del misterio de Chavín de Huántar. Me ha impresionado porque yo ya sabía algunas cosas que se repiten como tantas veces como una especia de sintonía en el tiempo, pero que viene a refrendar algo en lo que yo trabajo y es por qué el hombre eligió desde lo antiguo los mundos subterráneos como enclaves de conexión.
Es como el experto Otto hablaba de lo santo. Lo santo no en un aspecto religioso, es cuando un hombre considera sagrado, santo, algo que es diferente de aquello que no es santo, donde se manifiesta lo luminoso, lo innombrable, donde hay una fuerza superior al hombre y el hombre siente el ‘terror fascinans’. Es decir, una especie de admiración, de perplejidad y al mismo tiempo de terror sobrenatural porque intuye que hay una zona, un algo, donde se manifiesta y lo representará durante milenios, una deidad".