Con el barro hasta el cuello (3 de 3)

cuatro 05/07/2010 12:16

Al principio más de lo mismo: lodazales, barro, agua y mil obstáculos, con las malditas hierbas movedizas, a cambio atravesamos un jardín natural espectacular, el más hermoso que he visto en mi vida. Hay grupos de cenecios gigantes que atravesamos por el medio, lobelias por todos lados, ¡qué exceso de bosque¡.

Ahora abandonamos por fin los lodazales para llegar a terreno más abierto, de rocas y morrenas, antiguamente este era territorio glaciar, estamos a unos 4.400 metros, y la vegetación empieza a escasear, las lobelias desaparecen y algunos tímidos cenecios se resisten a abandonarnos. Hace más frío, y casi llegando al campamento nos envuelve de nuevo la espesa, fría y húmeda niebla, que apenas nos deja ver nuestros pasos. Se nota que estamos cerca de los glaciares, el frío es intenso y junto a la humedad nos cala hasta los huesos, pero llegamos ¡Al campo base¡.

Estamos en campamento Elena y hay una pequeña cabaña donde nos tenemos que apiñar, Emilio, mi hermano Kike, cuatro amigos porteadores, y yo, el resto de los porteadores dejan las cargas y descienden de nuevo al campamento Bujuku, dicen que este frío es insoportable y sólo regresaran cuando descendamos de la cumbre del Pico Margarita.

Aquí estoy en esta pequeña cabaña donde casi tocas con la cabeza en el techo, huele a humanidad pues en ocho metros cuadrados estamos siete personas, hace un frío endiablado, más producto de la humedad de las nieblas que del frío en sí mismo. Tengo los dedos ateridos y me cuesta aporrear las teclas del ordenador, los caliento con la taza de café que tengo junto al equipo, pero estamos llenos de ilusión.

Llegar hasta aquí ya es, en si mismo, todo un éxito. No es fácil llegar, porque como os he contado si las lluvias son intensas y aquí lo son casi todo el año, es imposible alcanzar los 4.550 metros donde nos encontramos en este momento.

Mañana haremos nuestro primer intento a cima si las condiciones del tiempo nos dejan. Es importante que la niebla que está presente casi seguro no sea demasiado espesa, porque la ruta es muy complicada, y nos podríamos perder en la infinidad de rutas sobre los glaciares de este gigantesco macizo montañoso, donde hay tres picos de más de cinco mil metros, y muchos más próximos a esta gran altitud.

Tendremos tres enemigos: primero: la niebla que envuelve glaciares y picos; segundo: los glaciares que, debido a la gran retracción por el cambio climático global se están deshaciendo a tanta velocidad que se han formado cientos de grietas radicales que habrá que sortear, y por ultimo y tercero: la parte final, la más inclinada, con pasajes de 75º, están sobre rocas peladas con hielo verglas, es decir que las cubre por completo una fina capa de hielo.

Será una escalada arriesgada, difícil, y con gran compromiso, pues la llamada “ruta normal” que ya es difícil de por si, lo será aún más, porque las grandes grietas que se han abierto desde unos pocos meses atrás, ha hecho que no se pueda escalar directamente por esa ruta normal. Ahora hay una nueva ruta que nuestro amigo y experto conocedor de la zona Dezi, dice que habrá que explorar, e improvisar, apenas hay información. Es una incógnita por dónde vamos a escalar el pico Margarita, lo que es seguro es que será muy complicado y las grietas nos harán perder mucho tiempo, tendremos que ir encordados todo el rato y a pasar miedo. Dezi, dice que más que grietas parece en la actualidad un campo de minas.

Pero eso ya os lo contare en la siguiente crónica, ahora a preparar los equipos de escalada, porque mañana será un día complicado y difícil. Si no lo conseguimos mañana lo intentaremos pasado, pero os lo iremos contando puntualmente.

Podéis seguir nuestro avance en la expedición en tiempo real con el nuevo sistema de posicionamiento GPS. Esta disponible en mi pagina web: www.jesuscalleja.es y en la de Cuatro TV: www.cuatro.com

Jesús Calleja a 4.550 metros en el campo base del Pico Margarita en la cordillera del Ruwenzori (Uganda)