La Guardia Civil vuelve al asesinato de Miriam, la joven que recibió 89 puñaladas: ¿por qué lo hacen ahora?

La Guardia Civil vuelve sobre el crimen de Miriam Vallejo, archivado hace dos años. La joven de 25 años fue asesinada el 16 de enero de 2019 en Madrid. Recibió casi 90 puñaladas de noche cuando salió a pasear por un camino de tierra con sus cuatro perros. Los agentes buscan saber quién pudo estar ese día en ese descampado.

Las autoridades hacen una nueva reconstrucción de los hechos porque hay una nueva línea de investigación que parte desde cero y hay que entender que, aunque judicialmente el procedimiento esté archivado por falta de pruebas, eso no significa que la Guardia Civil no siga investigando.

Buscan ver qué pasó o quién les ha mentido en el caso

La Guardia Civil puede seguir investigando y haciendo diligencias siempre que no vulneren los derechos fundamentales de nadie, como es en este caso. Van a hacer una reconstrucción porque en este procedimiento el lugar del crimen es indubitado. Es decir, ese descampado es esencial porque hay dos testigos que son los que encuentran a la chica justo después del ataque. Esto significa que ella no ha sido desplazada a ningún sitio y en ese momento tenía que estar escapando la persona que la agredió y que le asestó esas casi 90 puñaladas.

Es muy importante saber al milímetro qué sucedió ese día y por eso vuelven a hacer esa reconstrucción en el lugar. Los agentes tratan de confirmar ahora quién pudo estar en el descampado en el momento del ataque. Buscan ver qué pasó o quién les ha mentido para saber los datos desde una perspectiva científica o quiénes pudieron estar en el momento del ataque.

Sergio era el principal investigado por el asesinato de Miriam

Se hizo un análisis de todos los teléfonos móviles que había en la zona. Ahora, seis años después, hay tecnologías que pueden ser más concretas en el momento de la localización. Para ver la importancia que tiene, Sergio, el principal investigado en aquel momento, se tuvo que analizar incluso el consumo que tuvo su consola de videojuegos porque él la utilizaba como coartada para ver si le dio tiempo a bajar desde la calle, matarla y volver a subir, hipótesis que finalmente fue descartada.

La participación de esos dos sospechosos previos ya está descartada. Los portavoces de la investigación vuelven a mantener que esto es una línea de investigación nueva. Hay que recordar que no se puede volver a investigar a una persona sobre los mismos hechos, por lo que tienen que volver a plantearlo. El equipo que está investigando es uno distinto al anterior y habrá que esperar para ver si consiguen novedades del caso.

El ADN de Sergio apareció en la ropa de Miriam

El cuerpo de Miriam fue encontrado en este descampado de meco, a las afueras de Madrid, el 16 de enero de 2019. Era ya de noche y Miriam fue atacada cuando sacaba a sus perros. Quería probar unos collares luminosos que acababa de comprar. Sus gritos alertaron a unos vecinos y poco después una pareja encontró a la joven. Aún estaba viva, pero los servicios de emergencia no pudieron salvarla. El ensañamiento en las cuchilladas hizo pensar que el agresor o agresores la conocían bien. Los perros no ladraron ni reaccionaron, algo que reforzaba esa sospecha.

La investigación se centró en Sergio Sáez, compañero de piso y novio de su amiga Celia. Los tres vivían juntos en el momento del crimen, pero Miriam tenía una mala relación con él. Al parecer, ella sabía que él había sido infiel a su amiga. Sergio llegó a ingresar en prisión, pero fue liberado en diciembre de 2019 por falta de pruebas, aunque su ADN apareció en la ropa de Miriam. Su defensa alegó que esa transferencia biológica pudo producirse a través de la lavadora. En diciembre de 2020, Alberto Berzosa, un toxicómano que había coincidido con Sergio en prisión, confesó el crimen. Pero su testimonio no fue suficiente para reabrir el caso. En enero de 2023 se archivó el caso alegando fracaso en la investigación.